Tiempos difíciles

Desde la primera devaluación del peso frente al dólar en 1976, el pueblo mexicano ha padecido recurrentes crisis económicas que terminan por generar diversas erupciones sociales debido al incremento de la desigualdad, la corrupción y la falta de oportunidades.

Por si fuera poco, ante legisladores y expertos electorales de Sudamérica, el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, sostuvo que la democracia en México pasa por mal momento, por la polarización, las mentiras y la insatisfacción ciudadana.

Estos nuevos fenómenos, lamentó, aquejan a las democracias nuevas o añejas, y son una preocupación.

Al participar en un foro sobre elecciones en tiempos de pandemia, el consejero afirmó que en ese ambiente de agresividad, las autoridades electorales han recibido ataques desagradables.

“No por la pandemia o al menos no sólo por la pandemia, sino ya desde antes veníamos reflexionando respecto de los malos tiempos que corren para la democracia”, expuso en el evento organizado por el Parlamento Mercosur,

“Por un lado, un problema de insatisfacción por las promesas incumplidas, el fenómeno de desinformación o fake news que nos ha ocupado desde 2016, y una polarización política que venía germinando, pero que hoy constituye uno de los desafíos de los sistemas democráticos. Para acabarla de amolar, nos cayó la pandemia encima”, dijo.

La mentira, insistió, ha acompañado a la política desde sus orígenes, sin embargo, ahora con la irrupción de las redes sociales, pueden servir para fortalecer la democracia o para erosionarla.

Sin embargo, consideró, contrario a otros años, donde la polarización solo envolvía a los actores políticos y al gobierno, ahora ha alcanzado a la autoridad electoral.

Incluso, comparó los ataques al INE como los que recibió el órgano electoral de Brasil o el de Perú.

“Una descalificación inédita por su intensidad, por su estridencia y, sobre todo, porque venía de los circuitos gobernantes en contra de los órganos electorales. Fuimos amenazados literalmente de que irían a visitarnos a nuestros domicilios, una cosa bastante desagradable”, indicó.

Sin embargo, para que el país salga de sus ancestrales problemas ya no se requiere de otra reforma electoral, sino de políticas públicas que no sólo privilegien un asistencialismo gubernamental que lleva más de 70 años sin dar ningún resultado, dado que la pobreza lejos de disminuir se incrementa.

Lo que el país necesita es un marco jurídico y entes independientes que combatan la corrupción en todas las instancias de la vida pública, porque ningún sistema político que se implemente tendrá éxito con los elevados índices de tráfico de influencias y nepotismo.

Además de fijarnos en los salarios de los funcionarios, es fundamental revisar y vigilar cómo se autoriza y distribuye el presupuesto, así como transparentar licitaciones de obra y las compras que realiza el gobierno.