ANDANZAS ANTROPOLÓGICAS

Arqueología, herramientas de piedra y geología

Por: Arqlgo. Rubén F. García Lozano*
jueves, 2 de septiembre de 2021 · 00:00

Desde hace al menos 2 y medio millones de años los homínidos, incluidos pre Homo sapiens, han usado las rocas para distintos fines. Registros fósiles de Australopithecus afarensis, Homo erectus, Homo habilis, entre otros, han documentado el uso de piedras modificadas intencionalmente para cortar y destazar presas; así desde los albores de la humanidad distintos tipos de piedra se han usado para elaborar utensilios para diversos propósitos.

Durante la emergencia de las sociedades sedentarias y el surgimiento de los estados arcaicos su uso se amplió a la construcción de casas, templos y palacios. Hoy en día las rocas siguen jugando un papel crucial en el desarrollo de la vida moderna.

Cuando la humanidad empezó su andar por la tierra, el planeta ya tenía una larga historia desde su formación, en los últimos dos millones de años la superficie terrestre ha sufrido menores modificaciones en comparación con eras anteriores.

El estudio del origen y composición del manto terrestre nos ha ayudado a comprender su intrincada y muchas veces caótica formación. Movimientos de placas tectónicas, erupciones volcánicas, erosión, deslaves, hundimientos, etc. han dado forma al suelo que hoy en día habitamos y en el que vivieron nuestros antepasados.

La relación del hombre con las rocas es un tema particularmente relevante cuando se estudian las sociedades pretéritas a través de la disciplina arqueológica. Todas las sociedades preestatales y preindustriales aprovecharon los recursos pétreos para manufacturar herramientas a partir de técnicas de fractura controlada (choque entre dos piedras) y desgaste por abrasión y pulimiento, entre dichas herramientas se encuentran hachas, raspadores, cuchillos, perforadores, puntas de dardos y flechas, metates, entre muchas otras, las funciones de éstas eran para el procesamiento y manufactura de útiles de madera, pieles, fibras para cestería y cordaje, así como para el destace y procesamiento de alimentos producto de la pesca, la recolección y la cacería.

Las piedras más utilizadas para elaborar artefactos mediante fractura controlada (técnica conocida en arqueología como talla lítica) son las de origen volcánico que tienen texturas cristalinas a vítreas, por ejemplo, la obsidiana (vidrio volcánico), riolitas, basaltos finos y andesitas, entre muchas otras. Otras rocas muy valoradas por dichas características son las denominadas criptocristalinas de origen sedimentario como la calcedonia, el ópalo, jaspe, etc.

En los sitios arqueológicos costeros del noroeste de Baja California se ha identificado los tipos de rocas y las posibles fuentes de aprovisionamiento que usaron sus antiguos habitantes, dada la falta de canteras de obsidiana, los cazadores recolectores pescadores de la región usaron rocas afaníticas (de textura vítrea con cristales y minerales muy finos) de origen volcánico como andesitas, riolitas, basaltos y dioritas así como piedras criptocristalinas sedimentarias para manufacturar artefactos como cuchillos, navajas, raspadores y puntas de proyectil.

Para herramientas de molienda y triturado (metates, manos de molienda y yunques) se usaron basaltos vesiculares y en ocasiones granitos y cuarcitas. Las materias primas se obtenían principalmente del lecho de los escurrimientos naturales en forma de cantos rodados, es decir estas fuentes eran de origen secundario.

Las formaciones geológicas de donde preceden dichos materiales son el batolito peninsular (granitos y cuarcitas), la formación Alisitos (andesitas, riolitas, basaltos finos y dioritas) y la formación Rosarito Beach (basaltos vesiculares).

Definitivamente Baja California tiene una historia geológica fascinante con una diversidad de rocas que los antiguos habitantes supieron aprovechar, esperamos que pronto sus herramientas de piedra tengan muchas más cosas que contarnos.

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*Investigador del Centro INAH-BC
 

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