LA BRÚJULA

Lucha ideológica ¡sí! Diplomacia ¡no! Protagonismo ¡sí!

Por: Heberto J. Peterson Legrand
lunes, 20 de septiembre de 2021 · 00:00

¡Qué triste escenario! Los mexicanos conmemorando su independencia, y no por casualidad alguna, el invitado especial es el dictador, producto de los Castro, que traicionaron a lo que iba a ser una auténtica revolución libertadora del pueblo cubano y se convirtió en dictadura, Miguel Díaz Canel, que el mes pasado reprimió a su pueblo con la fuerza bruta atropellando con ello los derechos a manifestarse y expresarse invitando a sus condicionales para que salieran a la calle con el propósito de enfrentarlos irresponsablemente, provocando con ello una invitación a una guerra civil entre hermanos que afortunadamente no se llevó a cabo.

Entre los invitados allí presentes estaban el embajador del Gobierno de los Estados Unidos de América, Ken Salazar.

Nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador, en su discurso que debió concretarse a la conmemoración de nuestra independencia, con una falta de oficio político y diplomático y estando allí presente su invitado, el embajador de Estados Unidos, pide de manera nada elegante al presidente Joe Biden, que termine el bloqueo que su país tiene contra Cuba y me pregunto ¿No pudo haberlo hecho a través de una carta o documento oficial? ¿No sabía que ya muchos han solicitado lo mismo? No tomó en cuenta la presencia del embajador a quien le dio el primer golpe ignorándolo y brincándoselo.

El embajador, con más oficio político no se inmutó, se mantuvo imperturbable y aguantó la puñalada, mientras nuestro presidente alimentaba su protagonismo con la intención de ir cultivando un “liderazgo” que quiere tener frente a las naciones latinoamericanas.

Yo creo que la gran mayoría queremos que el bloqueo termine, pero el primer mandatario, fuera de contexto, (la conmemoración de nuestra independencia) y como buen autócrata, demagógicamente avala al dictador invitado dando con ello la espalda al pueblo Cubano sin alguna autoridad moral que tanto pregona, puesto que el pueblo de México no está de acuerdo con el hecho de que se pisoteen los derechos de los hermanos cubanos que viven en condiciones lamentables y con una vulnerabilidad de la cual se quieren liberar, pero la bota de una dictadura está oprimiéndoles el cuello y su dignidad de personas y ciudadanos ante los ojos del mundo.

El embajador Ken Salazar entrevistado en Villahermosa a pregunta expresa contestó: “Estados Unidos respeta la soberanía de México, pero nosotros seguiremos trabajando por la democracia en Cuba y tanto México como mi país debemos trabajar juntos, sin distraernos, para solucionar los múltiples problemas que nos aquejan”.

Indudablemente que el problema migratorio es prioritario para ambos países y deben con un plan muy bien diseñado buscar la manera de que los países expulsores tanto de Centro América como Sudamérica se conviertan en países retenedores para que sus ciudadanos no tengan que abandonar su patria y dejar familia, costumbres, cultura y vivan en su trayecto vejaciones, muerte por parte de las mafias, caer en mano de organizaciones o grupos que les prometen llevarlos hasta Estados Unidos tratando de sacarles dinero. Sin embargo, vemos en las pantallas televisivas que son gente pobre, vulnerable que con muchísimo esfuerzo ahorraron para que los extorsionen en el camino.

El presidente en su último informe se enorgullecía de las divisas que mandaban los mexicanos para sus familias aquí en nuestro país, es indignante que quiera dejar la impresión de que es un logro propio.

Estados Unidos, hoy más que en otros tiempos, se encuentra políticamente muy dividido y todavía en parte de su sociedad está presente la xenofobia, el racismo, el desprecio por las etnias. También tiene que corregir ciertas políticas que mucho le dañan.

La colaboración seria, honesta y comprometida entre dos países que históricamente han estado pegados y así seguirán, debe motivarlos a una relación respetuosa y necesaria en todos los campos: político, económico, cultural y social para trabajar juntos en favor de sus ciudadanos ya que los dos cuentan con enormes recursos y es de esperarse que con los debidos intercambios en lo científico, educacional y comercial potencialmente tengan un desenvolvimiento altamente positivo.

No se puede tapar el sol con una mano como sabemos, y está muy claro que estamos ante una guerra ideológica: México, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Argentina por un lado, y por el otro, países que no quieren ser arrastrados a ese socialismo disfrazado y anacrónico a falta de una izquierda moderna con otra visión de futuro.

Los pueblos quieren resultados, no discursos demagógicos que no les hacen progresar, quieren tener, salud, vivienda, educación, fuentes de trabajo y vean, los informes de los organismos serios y responsables nos dan un panorama deprimente donde a los pueblos se les arrastra hacia el atraso y no al avance en los campos del saber.

Obras son amores, hay que dejar de ser candiles de la calle y obscuridad de nuestra patria ¡Pobre de nuestro México! Que camina ayuno de liderazgos que le den rumbo y el timón está en manos de quienes no saben dónde queda el norte en una brújula.

¿Dónde están los estadistas que México se merece? ¿Dónde está el líder que tenga el talento de cohesionar a su pueblo? ¿Dónde está el líder que debe hermanarnos y no polarizarnos con discursos, groseros, insultantes? ¿Cuándo dejará de haber rastreros que como veletas giran hacia donde sople el viento de sus incongruencias, su pragmatismo, sus conveniencias e intereses a espaldas del pueblo?

Ojalá y el pueblo se dé cuenta de la importancia de que se le respete su dignidad y no que se le quiere comprar con dádivas para capturar su conciencia mientras que por otro lado se le empobrece con políticas caprichosas.

El mexicano es el resultado final de las vertientes, indígenas, españolas, negras, mestizaje racial y cultural que es nuestra esencia hoy en día, donde aún los pueblos originales, no han sido hijos de la justicia y mucho menos sus mujeres a quienes se les quiso levantar un monumento para reconocer su valor pero en los hechos viven en un retraso que no se debe a los españoles sino a muy distintos gobiernos hasta hoy, que siguen en la marginación. ¡Viva México! ¡Viva la justicia! ¡Viva por los derechos que se les deben respetar y no encarnan en una realidad!
 

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