HOY EN LA PLAZA

Septiembre 2021

Por: Ricardo Harte*
lunes, 20 de septiembre de 2021 · 00:00

Es un lunes normal, dentro de la nueva normalidad, que no sabemos qué tanto tiene de nuevo y qué tanto tiene de normal.

Rodeando la mesa de café, los amigos comentaban los aconteceres del fin de semana.

- ¿Cómo ven las declaraciones del Papa Francisco sobre el aborto? Leo textual… “El problema es que es un homicidio, sin medias palabras; quien hace un aborto, asesina…”- interrumpió la Sra. Elsa.

- Bueno- intervino Mercedes, la académica- creo que el tema es importante y muy polémico. Pero…¿por qué ahora, mi querida Sra. Elsa?

- ¿Por qué ahora? Pues porque es una noticia sumamente fresca y, como tú dices, es un tema importante ¿no? Ustedes siempre avientan temas como el Ejecutivo Federal, los problemas del clima, el planeta, Afganistán…¿Por qué no poner sobre esta mesa un tema bien controversial? ¿Qué? ¿Le sacan?

- ¡Órale mi querida Sra. Elsa! Ahora sí que desayunó gallo- rió Mercedes.

- Pues como va – comentó Agustín, el estudiante de historia- Usted, Sra. Elsa, menciona la palabra del Jefe de una Iglesia muy importante. Y a esa palabra, entiendo, le da el valor de la certeza, el valor del respeto, el valor de la incuestionabilidad ¿cierto?

- Pues yo creo mi estimado Agustín, que esa palabra del Papa, es una palabra muy importante, que marca un camino.

- ¿Señala a la verdad? ¿Entonces la discusión sobre el aborto debemos centrarla en la infalibilidad papal? Porque hasta donde recuerdo, la Iglesia Católica, en lo que se refiere a cuestiones terrenales, tiene una larga historia de equivocaciones. Basta con recordar a Galileo y el juicio en su contra. La aplicación arbitraria y brutal de la Santa Inquisición para erradicar el demonio de las almas de aquellos herejes que incursionaban en la investigación de las ciencias. Y en tiempos cercanos: ¿qué pasó con el encubrimiento sistemático de la pedofilia en el clero? ¿Y el encubrimiento durante varios papados de las manipulaciones financieras del banco del vaticano?

Podría seguir enumerando errores de la palabra oficial de la Iglesia Católica, en lo que se refiere a cuestiones materiales y terrenales. Pero no quiero decir con esto, Sra. Elsa que no sea importante la opinión del Papa Francisco. Es una opinión a tener muy en cuenta. Lo que usted propone de conversar sobre el aborto es muy, muy interesante. Que nos ayude a entender este problema, pero aceptando que las opiniones de personajes líderes son una referencia, pero de ninguna manera son la verdad inexorable.

- Bueno…pero insisto que, para mí, lo que ha dicho el Papa, es trascendente- murmuró la Sra. Elsa.

- Sí claro- intervino Don Sebas- por supuesto. Nadie en su sano juicio puede ignorar la importancia que las palabras de Francisco tienen en la reflexión de cualquier problema de este mundo. Pero ello no responde a muchas preguntas. Por ejemplo: ¿se debe dilucidar en el terreno legal, exclusivamente?¿Qué decimos frente a posiciones que aseguran que un embrión incipiente es ya un ser humano y que por lo tanto sufre espantosos dolores ante los diferentes procedimientos de aborto? ¿Cuándo ese embrión es una persona?¿Por qué a los jóvenes se les reconoce el derecho a votar y a conducir un coche a partir de los 18 años? ¿Es debido a que el lóbulo frontal aún no está maduro y por lo tanto no tienen bien desarrollada la capacidad de conciencia? Si ello es así ¿no será posible que exista una etapa fetal temprana en que sencillamente ni siquiera existe el área cerebral en donde se aloja la conciencia?

Silencio
- Creo que el tema exige un cierto orden de tópicos ¿no? – insinuó Agustín

- Sí. Así es. Aquí le paramos, nos echamos un vinito y le seguimos en la siguiente ronda.

El murmullo constante de los pájaros de la Plaza que iban llegando para terminar el día, se oía cada vez más fuerte. Los amigos brindaron.

*Arquitecto uruguayo radicado en México desde hace mas de 50 años

ricardoharte@yahoo.com.mx

 

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