Mujeres en desventaja

En México las mujeres comienzan a recibir un trato más igualitario en el ámbito político-electoral, pero en cuestiones laborales su situación no ha mejorado en términos generales, y tampoco tienen la garantía de que su integridad física se encuentra a salvo en cualquier escenario.

Y por si fuera poco, en el municipio de Ensenada hay una cifra negra que las autoridades no difunden, que se relaciona con el alarmante incremento de jóvenes adolescentes que provienen de hogares divididos, que son adictas a sustancias prohibidas y que resultan embarazadas, lo que se traduce en mayor violencia intrafamiliar y más bebés rescatados por la policía municipal por omisión de cuidados. En estas circunstancias resulta muy complicado para una mujer salir adelante.

Cabe señalar que los apoyos que otorgan los tres órdenes de gobierno para las mujeres que se encuentren en estas condiciones no son suficientes, y nuestros representantes populares en cabildos y congresos se limitan a promover leyes intrascendentes.

A nivel nacional más de un millón de mujeres perdió su empleo a raíz de la pandemia y muchas de ellas, sobre todo de entre 25 y 44 años, operan en la informalidad, según la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa (AMMJE).

Sonia Garza González, presidenta de la AMMJE, expuso que el que operen en la informalidad les impide recibir financiamiento, capacitación y demás incentivos disponibles en el sector formal.

Afirmó que solo el 23 por ciento de las mujeres tiene tiempo para hacer crecer sus emprendimientos, dada la carga de trabajo del hogar y cuidados que tienen a su cargo.

“Según un reporte de Deloitte de 2020, un 86 por ciento de las mujeres se ha visto afectada negativamente por la pandemia en varios aspectos personales y profesionales”, insistió.

La cifra es realista si se toma en cuenta que los empleos de las mujeres están en sectores golpeados por la pandemia y que siguen siendo vulnerables a los efectos de ésta, añadió.

“Las mujeres estamos trabajando en sectores de comercio y servicios, debimos cerrar nuestros negocios en un inicio y muchos de estos eran pymes, que no se podían mantener más de uno o dos meses sin el flujo tradicional de clientes, dados los pocos recursos financieros detrás de estos negocios”, explicó.

Dado que las mujeres destinan más de 70 por ciento de sus ganancias a la comunidad y a la familia, mientras los hombres sólo entre 30 y 40 por ciento, es fundamental que las empresas den prioridad a la contratación de más mujeres, añadió.

“Es fundamental crear más empresas dirigidas por mujeres y que den empleo a mujeres”, agregó.

Legalizar el aborto asistido y fomentar el lenguaje inclusivo no es suficiente, pero ha resultado una atractiva fachada para ocultar las difíciles condiciones en que viven muchas mujeres.