Las fiestas patrias

La semana inmediata anterior, se celebraron las fiestas patrias de México, celebración a la que fue invitado Díaz Canel presidente de Cuba, el cual es solamente un prestanombre de Raúl Castro quien es el que realmente gobierna en esa isla.

No sé de alguna razón valedera que justifique esa invitación, pues se supone que esta celebración se debe al aniversario de la independencia de México, solamente a la independencia de México, en la que se hace referencia al movimiento iniciado por Don Miguel Hidalgo, y seguido por Ignacio Allende, Juan Aldama y otros héroes mexicanos, culminado tras el histórico abrazo de Acatempan que en ese lugar se dieron el diez de febrero de 1821, Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide.

Díaz Canel hizo uso de la palabra, creo que en forma indebida, para hacer una referencia al motivo de la celebración mexicana, pero principalmente para soltarse hablando de la política de su país, quejándose de lo que sufre su gobierno por el bloqueo que ejerce Estados Unidos, pero omitiendo el tema de la dictadura que reina en Cuba desde que Fidel Castro echó del gobierno a Fulgencio Batista, hasta este día, dictadura que él, Díaz Canel, ejerce sin pizca de vergüenza.

El presidente mexicano inició su intervención, y en una de sus partes tuvo el atrevimiento de comparar al cura Miguel Hidalgo con Cristo, dijo que ambos tenían cosas en común, y adornó su discurso utilizando palabras y conceptos de carácter religioso, lo que no resultó una novedad, pues es muy conocida su inclinación a emplearlos cada vez que se le ocurre, y se le ocurre muy seguido.

No es criticable que sea religioso, que practique alguna religión, lo que es criticable es que siendo presidente de un país que tiene como norma ser laico, no pierda oportunidad para exhibir su religiosidad.

Más allá de eso, es de creerse qué al hacer mención de su posición respecto a Cuba, se le fue la mano cuando la elevó a alturas increíbles, al grado de proponer que debería ser considerada como patrimonio de la humanidad.

La celebración de las fiestas patrias debe referirse, por elemental lógica, a los hechos históricos de nuestro país, y a los personajes que participaron y lograron nuestra independencia, que México fuera libre y soberano. Sin embargo, pudo más la política actual de un país que no es el nuestro, que una de las gestas históricas más importante de nuestra patria.

Nuestro presidente ha dicho en varias ocasiones, que ningún país debe entrometerse en la vida de otro, pero con su posicionamiento a favor de Cuba y en contra de Estados Unidos, echa por la borda su dicho, y no solamente eso, sino que resulta muy perjudicial para México pelearse con los gringos, a quienes seguramente no les hizo ninguna gracia el comportamiento de nuestro patriótico presidente.

Se recordó que el general Cárdenas tenía buenas relaciones con Cuba, que en varias ocasiones estuvo en la isla para demostrar su simpatía con su gobierno.

Lo que no se dijo fue que el presidente López Mateos llamó al general, que viajaba muy seguido a ese lugar, para decirle que dejara de viajar a Cuba, y que si no atendía esa petición, se vería obligado a sacarlo del país, a lo que el general le respondió que con base en cual ley, y Don Adolfo le dijo “con la misma que usted le aplicó al general Plutarco Elías Calles. ¡Gulp!

Moraleja: se debe tener mucho cuidado con esas relaciones. Digo.