LA BRÚJULA

Objeción de conciencia

Por: Heberto J. Peterson Legrand
martes, 28 de septiembre de 2021 · 00:00

La Suprema Corte de la Nación sostiene que la Objeción de Conciencia no interfiera con los derechos reproductivos de las mujeres. Advierte que la Objeción de Conciencia del personal sanitario es constitucional, pero que no puede entrar en conflicto con los derechos sexuales y reproductivos ni ser el motivo para discriminar a las mujeres y a las minorías.

Declararon inconstitucional que una mujer sea encarcelada por abortar y el que las legislaciones protejan la vida desde la concepción, para que no sea un cheque en blanco con el que se nieguen los servicios de salud.

Como esposo, padre de familia, abuelo y ciudadano mexicano, tengo el derecho de expresarme al respecto, consciente de que no soy ni abogado ni médico, ya que es un asunto muy delicado y que nos atañe a todos y que los ministros, empezando por el abogado Arturo Saldívar, presidente de La Suprema Corte de la Nación, debe escucharnos sin ponernos etiquetas de conservadores y miembros de alguna religión y lo hago desde mi conciencia partiendo del hecho que lo que en nuestro país llaman progresista no siempre implica un avance sino un retroceso.

Yo visualizo a la persona humana integralmente sin mutilarlo, queriendo quitarle su religiosidad o su ética para que se pronuncie sobre cualquier tema. “No todo lo durable en el tiempo ni lo viejo es anticuado, ni todo lo actual es sinónimo de avance y progreso”.

La ciencia médica reconoce que la vida del ser humano empieza desde el momento de la concepción cuando el espermatozoide fecunda al óvulo. La decisión de la Corte, ¿En que se fundamenta para decir que la vida no empieza en el momento de la concepción? pregunto ¿No corresponde a la ciencia médica decir cuándo empieza? Porque supongo que se sabe que el bebé en el vientre materno pasa por todo un proceso siendo un individuo de la raza humana, un mexicano, que inicia el proceso de crecimiento y maduración, hasta salir del vientre materno y seguir después desenvolviéndose.

El bebé no es parte del cuerpo de su madre, no es un tumor o apéndice, es un Ser independiente con un código genético diferente al de sus padres.

La Suprema Corte parte de la premisa de que no es un Ser humano. El médico u otro personal de la salud que sabe que es un Ser independiente de la madre al oponerse, no es que atropelle los derechos sexuales y reproductivos de la gestante, lo que quiere es defender los derechos del bebé en el vientre del más inofensivo y vulnerable al se ha ignorado y se le quiere seguir ignorando.

El médico que hizo el juramento hipocrático debe dignificar su investidura y no degradarla.

Recuerdo la intervención ante la Corte del Dr. Carlos Fernández del Castillo que fue director del Centro Mexicano de Ginecología y Obstetricia, un médico muy reconocido, con más de 50 años de ejercicio profesional con una vasta experiencia donde atendió a miles de gestantes y que enfatizo que en el momento en que un espermatozoide fecunda un óvulo se da el inicio de la vida de un individuo de la raza humana. ¿Acaso no tiene más autoridad que un abogado en ese campo?

Yo creo que en muchas decisiones prevalece el “criterio político” sobre aquel otro que nos daría más luz.

El primer derecho del Ser humano es el derecho a la vida y de él se desprenden todos los demás. Lamentablemente prevalece hoy en día el criterio falso de que la criatura en el vientre de la madre es parte de su cuerpo y no se le reconoce como un Ser independiente. Allí está el meollo del asunto.

Los diputados (nuestros representantes) ¿Votarán por línea partidista? ¿O tendrán la calidad de verdaderos legisladores y votaran a conciencia por la vida y no por la muerte de un inocente, del más vulnerable?
 

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