AFN POLÍTICO

¡Crisis política en Tijuana!

Por: Dora Elena Cortés
jueves, 30 de septiembre de 2021 · 00:00

Lo que vimos ayer en Tijuana, y que continuará en los siguientes días -o tal vez meses- es el más preocupante y sensible de los enfrentamientos que se han dado en la historia política del Estado, entre los gobiernos entrante y saliente.

Y el meollo del asunto, como lo comentó esta mañana el propio gobernador Jaime Bonilla Valdez, es el tema del agua.

En este enfrentamiento se involucraron también, lamentablemente, el Congreso del Estado, regidores del ayuntamiento de la ciudad, y hasta el ahora diputado federal (con licencia) Arturo González Cruz, quien seguramente, cuando logró rendir su protesta como legislador, no tenía ni en mente venir a Tijuana (por dos o tres días), a terminar una función que ya quería dejar atrás.

Así es que, el restituido presidente municipal de Tijuana sólo vino a ser un “alfil” para poder, no solamente revertir la decisión, que ya había puesto en manos de la autoridad municipal (el sistema de agua en Tijuana), sino también, para tratar de ponerle “candados” a la futura alcaldesa, si en algún momento pretendiese solicitar que se le entregue ese organismo del agua, como la Constitución lo indica.

Arturo González definitivamente ganará algo con esto, ya que no por nada se iba a poner -de nueva cuenta- en la “mira” del gobierno del Estado, para revivir la acusación que pesa en su contra, sobre supuesta participación, en un tema de homicidio, y otros asuntos que le están dirigiendo.

Con esto, Arturo González, quien salió prácticamente destruido de Tijuana, hoy recobra poder, se le ve cercano a las nuevas autoridades, y de paso “cobra venganza” en contra del gobernador, al que seguramente no le ha perdonado todo lo que ha dicho sobre él.

Aquí lo interesante es saber ¿Quién operó todo?
¿Quién convenció a Arturo González de regresar, por menos de 3 días a Tijuana? ¿Quién habló con los diputados locales, para que en una mayoría votaran lo que a la nueva administración convenía? y ¿Quién “cabildeó” en el ayuntamiento para conseguir que 12 de los regidores se unieran a la trama? Inclusive aquellos que en el pasado reciente tuvieron diferencias con el propio Arturo.

El enfrentamiento, entre hombres y mujeres del Poder en Baja California, detonó a raíz de que el gobernador Jaime Bonilla decidió entregar los organismos operadores del agua del Estado a los ayuntamientos.

Cercanos a la gobernadora electa Marina del Pilar Ávila Olmeda, se quejaron de que esto se hizo sin tomar el parecer de la futura gobernante, en tanto que el propio Jaime Bonilla recordó que estaba cumpliendo un ofrecimiento que hizo en campaña, cuando dijo que tras sanear esos organismos (lo que calculó en un año), estaría haciendo el traspaso hacia los municipios para acercarles recursos y cumplir lo que la Constitución dice en ese sentido.

El gobernador Bonilla -y sus colaboradores- aprovecharon que en octubre de 2013, el Cabildo de la ciudad de Tijuana ya había determinado recibir ese organismo y crear un sistema municipal del agua, en tanto que la administración entrante logró que síndicos de tres ciudades de Baja California, obtuvieran un recurso de suspensión, dentro de un Amparo que promovieron, consiguiendo que se ordenara dejar las cosas como se encontraban en ese momento de la interpelación.

Hasta ahí, los golpes patadas y rasguños -de una y otra parte- iban y venían sin provocar mayores estragos, sin embargo, alguien pensó que iniciando la próxima administración municipal en Tijuana, ya sería muy difícil recuperar ese organismo, ante la llegada de Montserrat Caballero Ramírez, aliada de Jaime Bonilla Valdez.

Y teniendo todo el “entramado” listo, pusieron en marcha la sorpresiva embestida contra el gobierno actual, la cual pudo verse clara, en el momento de la solicitud de licencia, que presentó el expresidente de la Concanaco en el país.

Lo malo, es que con esto provocaron una enorme crisis política, ya que como era de esperarse, hubo respuesta del gobierno estatal.

Se utilizaron recursos oficiales (por ambos lados), con la movilización de un diputado federal; el Congreso y el Cabildo, así como las policías y el Ejército.

González Cruz estaba desde antes de las 11 de la noche en Palacio Municipal, cuando ni siquiera empezaba la sesión del Congreso, y ya se le veía junto con algunos regidores.

Por eso la movilización de la Policía Municipal, que con armas largas -según denunciaron regidores- pretendía sacarlos de la sala del Cabildo, en donde se “atrincheraron”, y por eso la llegada de elementos del Ejército Mexicano, que acudieron en auxilio del ahora presidente municipal, quien llamó para pedir el apoyo, por lo que decía era una irregularidad.

Hemos visto las oficinas de gobierno cerradas; sitiadas por policías, “blindadas” por el Ejército, pero nunca para sacar a policías, que a su vez pretendían lanzar a ediles, y a un diputado federal -que estaba con licencia- y que apuntaba a convertirse de nueva cuenta en alcalde.

Ana y Conda

Y también los “nuevos” llegan dando albazos.

PD. - Como diría Yuri: ¡todos son iguales!

PD1.- Antes como antes, ahora como ahora.


PD2.- Bien dijo alguien: “en el futuro, las guerras serán por el agua”.

PD3.- “Cero y van dos veces” que la saca de la oficina, y sin tener la caballerosidad de avisarle previamente.

PD4.- Por cierto: ¿A razón de qué, se involucró el Ejército, en un tema meramente político?

PD5.- Las primeras decisiones de Arturo González para tomar el control: corrió al secretario del Ayuntamiento, y al de seguridad pública; regresó Carlos Murguía.
 

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