ANDANZAS ANTROPOLÓGICAS

El intercambio de bienes en época prehistórica

Por: Arqlga. Gengis J. Ovilla Rayo*
jueves, 30 de septiembre de 2021 · 00:00

Los artefactos de piedra tallada y los desechos de su manufactura (denominados por los arqueólogos lascas) junto con las herramientas de molienda y machacado son los principales materiales arqueológicos que suelen recuperarse en las excavaciones de campamentos concheros en el noroeste bajacaliforniano. Casi la totalidad de estos objetos fueron manufacturados utilizando materias primas procedentes de canteras o fuentes locales. Los cantos rodados de rocas volcánicas, particularmente las de cristales finos que suelen localizarse en conglomerados que afloran a lo largo del litoral, fueron empleados para elaborar herramientas como tajaderas, raspadores, cuchillos, raederas y denticulados. Aunque estas piedras presentan limitada fractura concoide -que facilita el trabajo de talla- los habitantes costeros prehispánicos manufacturaron hábilmente finas puntas de proyectil bifaciales.

No obstante la cantidad abrumadora de estos materiales en los sitios costeros del noroeste de Baja California, también se han documentado algunos artefactos que por el tipo de materia prima con que fueron manufacturados y por sus características morfológicas es posible inferir que proceden de zonas distantes a esta región arqueológica como es el caso de algunas puntas de proyectil de pedernal, lascas y puntas de obsidiana, una muy limitada cantidad de pipas (completas y fragmentadas) elaboradas en esquisto y esteatita (rocas metamórficas), además de algunos otros artefactos y materiales misceláneos excepcionales.

Aunque son pocos los artefactos que se pueden clasificar como foráneos su presencia en los contextos arqueológicos nos hace reflexionar sobre las formas de relaciones económicas y las posibles rutas de intercambio y tránsito de bienes a lo largo del tiempo entre regiones adyacentes.

Hasta ahora se han observado ciertas relaciones a través del litoral del Pacífico entre el noroeste bajacaliforniano y grupos asentados en el centro y sur de California, particularmente de los condados de San Diego y Santa Bárbara, al parecer esta interacción costera se mantuvo en diferentes lapsos del tiempo.

La obsidiana es otra materia prima que aporta datos interesantes sobre las interacciones entre las poblaciones prehispánicas, no existen fuentes de este vidrío volcánico en la región costera del noroeste de Baja California pero en los arqueólogos hemos llegado a registrar algunas lascas pequeñas y en contadas ocasiones puntas de proyectil.

Análisis recientes llevados a cabo para conocer las fuentes geológicas de estas materias primas indican que la mayoría proceden de la vertiente este de la Cordillera Peninsular, en su mayoría se tratan de puntas que fueron hechas para ser montadas en astiles de flecha, tecnología lítica que en la costa del Pacífico entró en uso hace aproximadamente mil a mil trescientos años.

Aunque la fuente de la mayoría de estos artefactos y desechos de talla localizados en la zona proceden de la región noreste de Baja California, también se identificó materia prima de un par de bifaciales fragmentados de obsidiana que proceden de Coso Volcanic Field en el condado de Inyo, Estado Unidos, a más de 400 km de distancia, sugiriendo el tránsito de bienes a través del Desierto de Mojave hacia la costa del Pacífico.

Si bien la muestra de objetos foráneos es reducida su presencia en los concheros de la costa norte del Océano Pacífico esboza las posibles redes de intercambio y circulación de bienes entre los grupos humanos que poblaron las Californias, estos objetos ubicados contextualmente en tiempo y espacio nos abren una rendija al conocimiento de la historia antigua de nuestra región.

*Investigadora del CINAH-BC
 

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