Regreso imposible

No se requiere una bola mágica para predecir que el retorno a las clases presenciales en Baja California y el resto del país durante el presente invierno será un meta difícil de cumplir, no sólo debido a la escalada de contagios por Covid-19, sino por las constantes resistencias del sector magisterial, que ante cada fecha que se establece para volver a las aulas, los profesores encuentran una razón para no impartir enseñanza frente a grupo.

El aumento de casos activos es una causa, otra que no todos los docentes han recibido su vacuna de refuerzo, y que a la mayoría de los menores de 18 años todavía no les aplican el biológico; pero a todo esto se suma su reclamo de que a muchos maestros, en especial los jubilados, no se les ha pagado su finiquito, razón por la cual la Sección 2 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se mantiene en paro laboral en esta entidad fronteriza desde hace más de dos meses, y no tienen la menor intención de levantarlo.

Sin embargo, Delfina Gómez, titular de la Secretaría de Educación Pública de México, consideró que el regreso presencial a las aulas ha sido complicado, pero destacó, es necesario.

La funcionaria federal enlistó algunos de los aspectos que han tenido que superar las comunidades escolares.

“La pandemia ha dejado al país y a todo el mundo retos muy importantes, sobre todo en los sectores como Salud y Educación; el regreso presencial a la escuela no ha sido nada fácil”, dijo.

“Nos hemos enfrentado a miedos, nos hemos enfrentado a retos como, precisamente, profesionalización de nuestros maestros, actualización, infraestructura y equipamiento”, detalló.

Gómez agradeció la participación de padres de familia para el regreso a los salones, así como a autoridades locales y federales.

Destacó que el regreso presencial es importante y necesario, cumpliendo los protocolos que establece el sector salud para prevención de Covid-19.

“A través de cursos y de programas, ha sido posible que esto se vaya logrando poco a poco y, sin duda alguna el gran compromiso de las familias mexicanas ha hecho posible que la educación no se ha detenido. Hemos garantizado el servicio educativo, pese a los momentos, insisto, tan difíciles enfrentados como país”, añadió.

Además, pidió que la iniciativa privada ayude a las escuelas públicas.

Pero, aunque en el discurso oficial se trate de justificar que a lo largo de casi dos años de contingencia sanitaria la enseñanza a distancia “ha sido un éxito”, dadas las condiciones de desigualdad que prevalecen en México, aunado a la falta de conectividad, millones de jóvenes inscritos en las escuelas públicas resultaron severamente afectados en su formación académica.

Los niveles de aprovechamiento escolar se desplomaron debido a la pandemia, pero los profesores sindicalizados ya no quieren retornar a los salones, y menos los catalogados como grupos de riesgo por su edad y padecimientos.

Y si son, los profesores –que no maestros- son un riesgo para la educación de nuestros hijos. Carecen de voluntad y compromiso con su país y con los niños y los que sí, no tienen el valor de contradecir a sus dirigentes.