Personal agotado

La pandemia por Covid-19 desnudó las carencias y limitaciones de los servicios médicos públicos en todo el mundo, pero en el caso de México, y concretamente en municipios como el de Ensenada, además de su pobre infraestructura hospitalaria, no cuenta con el suficiente número de especialistas para atender múltiples padecimientos.

En estos momentos, la mayor parte de los recursos disponibles en el Sector Salud se orientan para enfrentar la contingencia sanitaria, pero la nueva normalidad obligará al gobierno mexicano a realizar importantes inversiones para mejorar el estado físico y mental de la población.

Por si fuera poco, el personal de enfermería que fue contratado en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) para la atención de la contingencia sanitaria de Covid-19 no goza de vacaciones, por lo que a dos años de pandemia arrastra un profundo cansancio.

La situación se agrava ante el alza de contagios con la entrada de la variante Ómicron, la cual es mucho más transmisible.

El cansancio físico ya está repercutiendo en el ámbito psicológico y emocional del personal contratado por contingencia.

Actualmente ese personal está mejor preparado y tiene mucho mayor confianza en el manejo de los pacientes con Covid-19, pero ni tiene reposo ni prestaciones adicionales.

El pasado 2 de enero, la ocupación hospitalaria general era de 14 por ciento en el país y de 12 por ciento en áreas de atención a pacientes críticos, pero al 14 de enero aumentó a 28 por ciento en camas generales y a 16 por ciento en camas con ventilador.

Y en tan sólo un mes, México registró casi 300 mil casos activos de Covid-19 y duplicó la hospitalización de camas generales.

El 15 de diciembre de 2021, en México se reportaron 17 mil 964 casos activos de Covid-19, pero para el 15 de enero se presentaron 314 mil 65 casos; es decir, en un mes, el crecimiento fue de 296 mil 101.

Ante esta cuarta ola, las autoridades de salud anunciaron que el proceso de reconversión hospitalaria se centrará en la ampliación de la capacidad en salas de urgencias y consulta externa, debido a que, en general, la variante Ómicron demanda un manejo clínico ambulatorio.

Sobre las pruebas Covid-19, las autoridades señalan que se debe privilegiar su aplicación en casos de infección respiratoria aguda grave, personas con comorbilidades, obesidad, diabetes e hipertensión descontroladas; personal de salud y de servicios esenciales, principalmente.

Con base en el último reporte técnico, en el territorio nacional hay 306 mil 389 casos activos estimados, cifra que representa a las personas que han presentado signos y síntomas de la enfermedad en los últimos 14 días y aún pueden transmitirla.

Baja California Sur, Ciudad de México, San Luis Potosí, Colima, Tabasco, Zacatecas, Nayarit, Coahuila, Quintana Roo y Yucatán son los estados con la tasa de casos activos por cada 100 mil habitantes más alta.

Ojalá y el Gobierno Federal ya reaccione con decisión, de forma proactiva y con mucha responsabilidad y sensibilidad a la emergencia nacional por el Ómicron y el resto de los padecimientos, y de una vez por todas emprenda una robusta campaña sanitaria que evite más muertes.