LA BUFADORA

BUFADORA

Por: El Mosquito
sábado, 22 de enero de 2022 · 00:37

Durante su campaña política en busca de la presidencia de la república en 1994, el entonces candidato del PRI, Ernesto Zedillo Ponce de León, afirmó que “llegó la hora a Isla de Cedros”, en alusión a la necesidad de atender a los pobladores de esta apartada ínsula.

Casi 28 años después el diagnóstico sigue siendo el mismo; sin embargo, en los últimos ocho días autoridades federales y estatales acudieron por separado a Isla de Cedros; los primeros en llegar fueron el secretario técnico de la Presidencia y coordinador general de Programas para el Desarrollo, Carlos Torres Rosas; el director general del IMSS, Zoé Robledo; y el delegado federal único en Baja California, Alejandro Ruiz Uribe, quienes entregaron apoyos económicos del Programa de Pensión a Adultos Mayores y Personas con Discapacidad en coordinación con el Gobierno del Estado.

Y ayer estuvo en la isla el secretario de Salud, Adrián Medina Amarillas, quien coordinó la vacunación contra el Covid-19 a más de mil 500 cedreños.

Por cierto, Isla de Cedros sigue perteneciendo al municipio de Ensenada, por si lo habían olvidado.

Cuchillito de palo
¿Por qué tardaron tantas horas en informar el estado de salud del presidente de la república?

Toca a Maneadero
Una vez que concluyan los trabajos de modernización del tramo carretero Chapultepec-Maneadero, es fundamental que de inmediato se contemple la urbanización de la vialidad que cruza todo el poblado y que forma parte de la carretera Transpeninsular, desde la entrada el entronque a La Bufadora hasta la parte alta de Maneadero, a la altura de la entrada al Cañón Buenavista.

Varios han sido los presidentes municipales que han prometido realizar esta obra, pero ninguno ha cumplido.

Esperemos que el alcalde Armando Ayala Robles, gestiones los recursos para ejecutar dicho proyecto, porque de lo contrario se convertirá en el nuevo “tramo de la muerte”.

Cruceros de pobreza
Preocupa que en la mayoría de los cruceros de la mancha urbana de este puerto se congregan adultos mayores, músicos, malabaristas, discapacitados, mujeres con niños y migrantes que solicitan el apoyo económico de los automovilistas.

Las afectaciones ocasionadas por la pandemia del Covid-19 orillaron a muchas personas a recurrir a la caridad, sin importar que se expongan a varios peligros; pero alarma la indiferencia de las autoridades y el silencio de los organismos no gubernamentales.

Ya no se trata de la mendicidad que se observaba en la calle Primera cuando llegaban los cruceros, tampoco de jóvenes que piden ayuda para viajar a una competencia o trabajadores que se encuentran en huelga.

Fingir que no existen es un reflejo de la indiferencia social, y si esto no es suficiente para sensibilizarnos entonces vamos en la dirección equivocada. Y las personas con padecimientos mentales que deambulan por las calles también es un asunto al que nadie le presta atención.

El discurso oficial está plagado de expresiones que refieren a los más vulnerables, los que menos tienen y “primero los pobres”, pero tal retórica no se traduce en hechos… ¿será porque no votan?

 


Rechazan militarización

 Académicos y activistas reprochan el incremento de la militarización en tareas de seguridad y al mismo tiempo la incapacidad de este órgano para disminuir la violencia y los delitos de alto impacto.

Además, acusaron que el uso excesivo del Ejército se convierte en la excusa de las autoridades y es la razón de la degradación del gobierno civil, que, mientras menos recursos y facultades tienen, menos se profesionaliza y menos es capaz de ejercer sus funciones constitucionales.

“La militarización preocupa por varios motivos: por su clara incapacidad de reducir la incidencia delictiva, la victimización y la violencia homicida, que en vez de desincentivar, aumenta”, advirtió Lisa Sánchez, directora de México Unido Contra la Delincuencia.

“La militarización trastoca las relaciones cívico militares aumentando el poder del Ejército y revirtiendo el principio de subordinación a la autoridad legalmente constituida y democráticamente electa”, alertó Sánchez.

 

Rendidora

La regidora Brenda Valenzuela Tortoledo es posiblemente la primera edil del Ayuntamiento de Ensenada –por lo menos en esta administración- que rinde cuentas del dinero que le entregaron para apoyo social, de su trabajo como regidora dando cuenta de las sesiones de cabildo y de comisiones en las que ha participado, su trabajo como gestora social y hasta de las entrevistas a los medios de comunicación que ha concedido.

Sería muy bueno que todos los ediles hagan lo mismo y mejor si se puede, rendir cuentas a un servidor público que recibe un salario proveniente de sus impuestos de los ciudadanos, es lo menos que deben hacer para que de esa forma el pueblo sepa en qué se gasta su dinero y la productividad de quienes trabajan o deben trabajar a favor de la sociedad. Bien por la regidora Valenzuela Tortoledo. Quedamos en espera de los informes del resto de los ediles.
 

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