“La Nocturna” con Darío Benítez

Estoy pensando muy seriamente en cambiar el giro de la información que manejo en esta columna para hacer algo similar al populachero programa “La Oreja”.

Sí sé que algunos dirán que ya lo es y que sólo pongo chismes y noticias “que a nadie le interesan”, porque así me lo han puesto en los comentarios, sin embargo, siento decepcionarlos porque no es así.

De repente, sí como que olvido las “formas” y pongo uno que otro comentario en forma de chascarrillo que pudiese parecer chisme de publicaciones de espectáculos, pero a mi favor, diré que desafortunadamente, las acciones de algunos políticos y gobernantes son tan hilarantes y me provocan (como a muchos), fuertes carcajadas que no me dejan otro camino que convertirlos en “chistoretes”.

Al fin y al cabo, esta es una columna de opinión que se “alimenta” de trascendidos, sobre temas reales que no llegan a notas informativas, por no tener la seriedad necesaria, o porque se trata de cosas que pasan tras “bambalinas” y que algunos no ven, pero para eso está nuestro reportero del barrio.

Y es que ver la edición inaugural de “La Nocturna”, del presidente municipal de Tecate Darío Benítez, me causó gracia, tanta que no puedo evitar tocar el tema.

Copiando en principio el nombre de un programa (pero ese sí bien hecho) de Latinus, Benítez y su equipo decidieron “bautizar” de esa forma su programa, que será transmitido todos los martes, y cada tercer jueves de mes, precisamente en horario nocturno.

Con una calidad técnica muy cuestionable, pero que justificó el alcalde señalando que no cuentan con recursos, pero sí “con mucho corazón” inició este programa, teniendo como presentadora “ancla” a la jefa de la oficina de la presidencia municipal, Esperanza Vega, quien se veía muy rígida y pendiente del monitor, porque sus ojos no se separaban de las líneas que, seguramente, le escribieron para este programa.

El programa es “imperdible” me dicen algunos que lo vieron completo, ya que yo no he podido concluirlo, pero por lo que vi, vale la pena, ya que resulta muy “folclórico”.

Ya nos faltaba algo así para seguir riendo, porque la alcaldesa de Rosarito, Araceli Brown Figueredo, como que le ponía “sabor” a las noches, cuando se salía en su vehículo, o armaba tremendas fiestas con música y tequila en su despacho, o se iba en patrullas a recorrer la ciudad, contándonos sus aventuras familiares, y luego las fue espaciando y haciendo con menos gracia.

De Marina del Pilar Ávila Olmeda que hace sus “mañaneras” sólo un día a la semana, todavía no hemos podido agarrarle el gusto, porque han sido pocas y luego se va antes de que los reporteros, lleguen a las preguntas fuertes.

Y con Armando Ayala Robles, presidente municipal de Ensenada, como que no tiene gracia para decir sus chistes, así es que nos concentramos en lo que anuncia, al margen de traer enfrentamiento con la Comisión Estatal de Servicios Públicos, y su titular, y ahora -por ahí ha trascendido- que entre su equipo hubo malestar por declaraciones que hizo el delegado Federal en Baja California, Jesús Ruiz Uribe.

Así es que, solamente nos queda Darío Benítez, quien irrumpió -sin aviso previo- en esto de las “candilejas”, y nos da mucho material para reír un poco.

Al alcalde tecatense se le ocurrió hacer un segmento en el que confrontó a su directora de reglamentos, Natalia Hernández con los representantes de dos empresas de las más importantes en la vecina ciudad a las que, por lo que allí se dijo, les aplicaron fuertes multas; en un caso clausuraron, y en otro amenazaron con eso.

No lo hubiera hecho, porque estos dos representantes empresariales, específicamente don Pedro Santana, les “cantaron” en sus caras, no solamente el “tortuguismo” que existe para la realización de todos los requisitos que les exigen, sino también, hechos de corrupción y favoritismo con aquellos que dicen que son “verdaderamente delincuentes” y a los cuales no los tocan.

Salió a relucir que traían (o traen) una feroz campaña, en contra de empresarios que particularmente venden bebidas alcohólicas.

A la joven funcionaria le restregaron -en su cara- el ser déspota, el no saber dialogar, el no haber buscado una conciliación previa, el estar poniendo en riesgo la actividad turística que es la que permite subsistir a Tecate, y don Pedro les dijo, tanto a ella como al presidente municipal, que “si tuvieran cuatro dedos de frente” sabrían actuar mejor.

No fue tan directamente, pero sí les dijo que, si los funcionarios tuvieran esos cuatro dedos de frente, otro gallo les cantaría.

La funcionaria, a la que antes de empezar la confrontación, el alcalde llenó de halagos y dijo que ya “era el terror de los empresarios y le llamaban ‘la generala’, además de que era ‘el miedo andante’ de quienes vendían licor, no encontró mejor manera de defenderse que recurrir al sobado tema del género, para asegurar que siempre que estaba una mujer en un cargo público le sacaban lo de prepotente.

Luego, muy al estilo de la diputada (perdón: secretaria diputada Araceli Geraldo) con cierta molestia le aclaró a Santana, que no era señora sino señorita, porque ni se había casado ni tenía todavía hijos.

Jijiji.
Lo que dijo Pedro Santana, quien representa un importante rancho de la vecina Tecate, creo que merece un comentario aparte que luego haremos, pero no pudimos dejar de traer a la mesa, el tema de esta nueva transmisión.

Por cierto, hablando de la “diputada secretaria” Araceli Geraldo, fea desconocida que le dio su abuelo, el periodista Arturo Geraldo, quien fue entrevistado -por lo que se dice- por Ramón Quiñones y luego retransmitido por Marco Antonio Blásquez ambos en PSN.

A Geraldo le preguntó Quiñones sobre la pretensión de su nieta de dividir Tijuana, haciendo un nuevo municipio (en el que seguramente querrá que siempre le digan “la señora presidenta municipal de la naciente ciudad, surgida de la vieja Tijuana, bla bla bla”).

Pero ya nos salimos de tema: el hecho es que el periodista aclaró de manera contundente, que él no influye, ni nunca ha influido en las acciones de su nieta como legisladora, lo cual sería entendible que lo dijera.

Pero muy a su estilo, Arturo Geraldo demandó que ya no le estén hablando para hacer mención de su señora madre, porque a él no le corresponden esos recuerdos.

Fuerte... en verdad muy fuerte.

afntijuana@hotmail.es