ANDANZAS ANTROPOLÓGICAS

Los orígenes del Homo Sapiens y su expansión global

Por: Arqlgo. Rubén F. García Lozano*
jueves, 27 de enero de 2022 · 00:23

No es raro que durante nuestra existencia nos preguntemos sobre nuestros orígenes, quienes son –o eran- nuestros papás, tíos, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos; cuáles eran sus lugares de origen, a qué se dedicaban.

Esas interrogantes suelen ser respondidas por parientes o amistades cercanas a la familia, eventualmente nos enteramos que algunos de ellos vendrían tal vez de otra ciudad, comunidad, estado o país.

Ahora bien, si queremos ir más allá de la memoria del entorno familiar la historia es la que da pistas respecto del origen de la sociedad a la que pertenecemos, sabemos pues que la nación mexicana originalmente es resultado de la mezcla primordial de dos civilizaciones, la mesoamericana –integrada por múltiples sociedades extendidas en el centro y sur-sureste del país– y la europea –representada por la cultura española–, a esta hibridación habría que sumar también a los grupos nómadas y seminómadas que habitaban el extenso territorio del norte del país y a ciertas colectividades foráneas que se han sumado con el tiempo y en diversos grados a la cultura mexicana (rusos, refugiados españoles, menonitas, chinos, etc.).

Retrocediendo aún más en el pasado nos preguntamos entonces ¿quiénes fueron los primeros habitantes de México? ¿Cuándo –y cómo- llegó el hombre a América? ¿Cuál es el origen de los europeos? ¿Cómo, cuándo y dónde se originó la humanidad?

Durante los últimos 150 años diversas disciplinas científicas como la arqueología, paleontología, biología, geología, entre otras ciencias han logrado recabar información respecto de los orígenes de nuestra especie, hoy en día estas disciplinas se apoyan en técnicas modernas como la datación absoluta (por ej. radiocarbono, termoluminiscencia, potasio-argón), análisis de diversos elementos químicos que constituyen a los organismos vivos (oxígeno, nitrógeno, estroncio), estudios genéticos y lingüísticos, etc., para lograr determinar antigüedad, corrientes migratorias, movilidad y parentesco de los grupos humanos y especies extintas relacionadas.

La información recabada hasta ahora indica que el Homo Sapiens tuvo su origen en África, es en la gran falla del Rift, localizada al oriente del continente, donde arqueólogos y paleontólogos han recuperado restos óseos fosilizados de especies de homínidos con antigüedades de entre dos y tres millones de años, estos fósiles son parte de una compleja urdimbre evolutiva cuya mayor parte está aún por descubrirse.

Aquellas especies pretéritas eran similares a los chimpancés, sin embargo, el análisis de su conformación esquelética muestra que contaban con una particularidad muy humana: caminaban completamente erguidos, además que fabricaban y hacían uso de herramientas con filo para cortar carne.

El célebre esqueleto conocido como Lucy, descubierto en Hadar, Etiopía, pertenece a una de dichas especies: Australopithecus Afarensis.

Después de Lucy existe un aparente vacío en el registro paleontológico que nubla el conocimiento del proceso evolutivo por unos 700 ó 500 mil años que es cuando aparecen rastros del primer integrante del género Homo el Homo Habilis; posteriormente –hace casi 2 millones de años- emerge la primera especie de nuestro género que se dispuso rebasar las fronteras de su entorno inmediato, el Homo Erectus cuyas huellas –incluyendo el control del fuego- se han localizado en medio oriente, el este y sureste de Asia.

Tanto el H. Habilis como el H. Erectus eran físicamente más parecidos al hombre moderno que los pasados Australopithecus y diversos estudiosos consideran un lazo evolutivo entre aquellos y nosotros.

Continuará…

*Investigador del Centro INAHBC
 

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