Asústame panteón

Con motivo de los homicidios de los periodistas Margarito Martínez Esquivel y Lourdes Maldonado López las declaraciones, desde el presidente Andrés Manuel López Obrador, pasando por la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, el Fiscal, secretario de seguridad, etcétera, etcétera, son las mismas de siempre: que no habrá impunidad, que se hará justicia, la profunda indignación y bla, bla, bla…

Incluso el Congreso del Estado se sumó a esta ola de declaracionitis y anunció que se incrementarán las penalidades contra quienes asesinen periodistas.

Todos ellos y ellas caen en los lugares comunes, en las frases hechas, en discursos gastados que no devuelven la confianza, ni mucho menos la tranquilidad social.

La sociedad, incluidos los periodistas, exigimos hechos y no palabrería. Capturar a los culpables y castigarlos. De nada sirve incrementar en el Código Penal los años de cárcel si los homicidas nunca son detenidos.

Cualquier crimen daña la paz social, familiar y personal, pero la impunidad hace que la incertidumbre y el temor se vuelvan una carga permanente e interminable.

Discriminación alienígena
Las críticas al estilo de nave alienígena del recién remodelado kiosko del Parque Revolución pone en evidencia la intolerancia de algunos terrícolas ensenadenses a los seres procedentes de otras galaxias.

Sin embargo, de acuerdo a lo explicado por el alcalde Armando Ayala Robles en una de sus transmisiones facebuqueras, la Sedatu -dependencia federal que patrocinó la remodelación del histórico lugar-, condicionó a que se tenía que atender ese estilo y diseño de remodelación o no habría billete para la obra.

Lo dicho por el edil es triplemente preocupante, primero porque expresa una imposición autoritaria y centralista del gobierno federal, segundo porque implicaría la docilidad de un gobernante incapaz de defender los intereses artísticos, culturales, urbanísticos y de identidad de los ensenadenses.

Al respecto hay que hacer una puntualización sobre las críticas a esos trabajos, no se descalifica el que se mejore el lugar, lo que se señala es que el parque más antiguo de Baja California -fue fundado desde 1890 inicialmente como jardín botánico-, hubiera sido remodelado sin consultar y escuchar a los historiadores, arquitectos y ciudadanos preocupados por la imagen urbana e histórica de la ciudad.

El tercer aspecto es -teoría conspiracionista- que tal vez no se trate de una imposición de la Sedatu, sino de una conjura interplanetaria para instalar en nuestro puerto una señal a los habitantes de la Galaxia de Andrómeda avisándoles de que ante la apatía y cobardía de los ensenadenses, esta municipalidad es terreno fértil para iniciar la conquista de la tierra.

A la mejor se enteraron que tenemos un modelo súper chafa de la cuatrote gobernándonos y -como dijera Jaime Maussan- “nadie hace nada”…

El silencio de los indecentes
Este 31 de enero vencerá el plazo para solicitar ante el Instituto Estatal Electoral la creación-inscripción de nuevos partidos políticos locales.

Hasta el momento hay 9 peticiones ante el IEEBC, las cuales deberán correr los trámites y requisitos correspondientes para saber si cumplen o no.

No obstante, la gran duda es: ¿para qué más partidos políticos si los que tenemos no son más que meras piltrafas electoreras?

¿Dónde han estado el PAN, PRI, PRD, Morena, el Partido del Trabajo, Encuentro Social, Fuerza por México, etcétera, para defender a los ensenadenses de los abusos de los gobernantes y/o respaldar a los funcionarios emanados de sus filas?

Hace una semana, un sedicente morenista me decía que estaban trabajando en ese partido un posicionamiento en contra de los incrementos del Impuesto Predial en Ensenada.

¿Y ya para ingaos se pronuncian si ya fueron aprobados y están cobrándolos?, le cuestioné entre divertido y asombrado.

La segunda pregunta: ¿pero entonces que no fue una propuesta surgida de su partido? No, me respondió.

Es decir, ni critican, ni respaldan, sino todo lo contrario.

Libertad de expresión
En Turquía a la periodista Sedef Kabas pretenden llevarla a prisión por, supuestamente, ofender al presidente de esa nación.

El presunto “delito” de Kabas fue haber publicado un viejo refrán turco, que tal vez -usted lector, lectora o lectore, júzguelo- tenga validez más allá de ese lejano país.

“Un buey no se convierte en rey por solamente entrar al palacio, pero su entrada si convierte ese lugar en un establo”.

*El autor es periodista y atlantista
elsopordelbuitre@hotmail.com