LA MARAÑA CÓSMICA

Los países ricos y sus gobernantes no entienden el concepto Pandemia

Por: Dr. Rolando Ísita Tornell*
lunes, 3 de enero de 2022 · 00:00

Es indiscutible que el tema relacionado con la ciencia más importante para la humanidad sigue siendo la pandemia de Covid-19 por tercer año consecutivo, cuyo primer informe de casos se reportó como «neumonía vírica» en Wuhan, China, el 31 de diciembre de 2019.

El mes de marzo de este año 2022, México entrará en el tercer año de la pandemia (“será una pandemia larga, larga, larga”, advirtió López Gatell en marzo de 2020).

Tal como lo vinieron reportando la Organización Mundial de la Salud y las autoridades sanitarias de los países, algunos cuantos columnistas y comunicadores en México y el mundo, un fenómeno biológico evolutivo de tal magnitud y naturaleza debe entenderse y confrontarse como especie, no como naciones, colores de piel, riqueza, clases sociales, etnias; no como individuos, sino poblaciones.

De acuerdo con el aprendizaje por evidencias de estas amenazas para los humanos, hasta no desarrollar inmunidad de por lo menos ¾ partes del rebaño, los contagios seguirán provocando enfermedad y muerte.

El rebaño somos 7 mil 900 millones de habitantes del planeta, ni la mitad de la población mundial ha recibido una sola dosis de vacuna, o sea, no hay un final a la vista (nature.com, 17-12-2021).

Asimismo, a mayores contagios, mayor perfeccionamiento de la especie atacante, en este caso, coronavirus SARS_CoV2. Es una de las leyes de la evolución para todas las especies, la adaptación a los retos de la naturaleza o extinción da igual si se quiere creer o no, es un hecho, no una opinión.

En su más reciente entrega, el portal de una de las revistas científicas de mayor prestigio, Nature, dice que el desafío presente es comprender el impacto de la variante del coronavirus de rápida propagación Ómicron.

Los virus evolucionan constantemente a medida que se producen cambios en su código genético durante su replicación por las células infectadas. Sí, los virus secuestran la maquinaria genética de las células para reproducirse ellos.

Los epidemiólogos clasifican las variantes, por sus siglas en inglés, como variante de Bajo Monitoreo (VBM), variante de Interés (VOI), variante de Preocupación (VOC) y variante con Grandes Consecuencias (VOHC), y las bautizan con letras del abecedario griego, Alpha la primera, Beta, Gamma, Épsilon, Eta, Iota y así. Delta y Ómicron son Variantes de Preocupación (VOC) [Centro para el Control y Prevención de Enfermedades cdc.gov, 01-12-2021].

Ómicron alberga gran cantidad de mutaciones encontradas en otras variantes, se detectó en Sudáfrica apenas en noviembre y ya se ha extendido al mundo rapidísimamente. Llama la atención que Sudáfrica es una de las regiones del planeta donde no han tenido acceso a las vacunas, mientras que los países ricos han acaparado más vacunas que las necesarias para su población.

Sus gobernantes y su economía no entienden que no entienden de epidemias mientras Ómicron les jala las orejas, si no inmunizas a ¾ partes de los habitantes del planeta, te pasarás reforzando vacunas sin final y ahí seguirá el bicho.

Nature se hace la gran pregunta de si las empresas farmacéuticas renunciarán a la plusvalía de sus patentes u ofrecerán alguna alternativa para ayudar a que sus vacunas sean más asequibles para los países de bajos ingresos, para comenzar a llenar la enorme brecha en la cobertura de vacunación mundial.

México, es el séptimo país del mundo en vacunación de su población, sin excluir ninguna vacuna por razones geopolíticas o ideológicas, de hecho, Cofepris ya autorizó la vacuna cubana Abdala. El bicho, ahí sigue. Feliz rebrote, perdón, feliz año nuevo, cuídense.

*Periodista y comunicador de la ciencia UNAM

risita@dgdc.unam.mx

 

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