DESDE LA BANQUETA

Que susto Claudia

Por: Sergio Garín
lunes, 31 de enero de 2022 · 00:00

¿Por qué en un mes de diciembre del año 2013 las sirenas de la mejor ambulancia de la ciudad de México ulula en paroxismo frenético por las amplias avenidas del entonces Distrito Federal y embisten todas las luces rojas de los semáforos a su paso? Porque fue el año que el “ Peje” casi se nos va. AMLO trabajaba en la creación del nuevo partido político Morena de su exclusiva propiedad desde 2011, el registro lo obtiene en el año de 2014, con intención de presentarse como candidato a la presidencia de México por tercera vez consecutiva porque la tercera es la vencida.

¿Por qué los ciudadanos levantándose para ir a su trabajo asoman su azoro a los balcones (donde los hay) o a las ventanas (que casi siempre hay) y se miran de lado a lado de la calle con aire dubitativo? Porque fue el año que el  Peje casi se nos va.


¿Por qué los hospitales del Seguro Social y del ISSSTE siguen su pachorra cotidiana y los blancos mármoles del más lujoso nosocomio privado de la Patria se estremecen al ruido de las camillas que ruedan empujadas por camilleros presurosos y las enfermeras corren de un lado a otro y dan voces mientras los médicos preparan batas de cirugía y se lavan las manos con cepillo para que luego, sin tocarse, una enfermera les calce guantes inmaculados? Porque fue el año que el Peje casi se nos va.


¿Por qué en la Gran Sala de Terapia Intensiva los conservadores moribundos de la mafia del poder han quedado sin vigilancia y sus intubados pulmones no reciben el urgente oxígeno que necesitan por el que pagan con la sangre que chupan al Pueblo Bueno?

Porque todos los distintos médicos especialistas están trabajando y sudando la gota gorda en rescatar al Peje de una muerte segura con la ayuda de las enfermeras y técnicos más capacitados en operar los monitores modernos de los equipos médicos y porque el Peje que casi se nos va.


¿Por qué la Patria retiene el aliento y la República se encasqueta el gorro frigio hasta las orejas, mientras en las fronteras un extraño enemigo osa profanar con su planta su suelo con la reforma Energética de ese año y el Popo lanza fumarolas amarillas contra los templos, palacios y torres que se derrumban con horrido estruendo a la par que Juan Escutia hurga en su dorada urna los restos de su bandera amada? Porque el Peje casi se nos va.

Claudia Sheinbaum sintió pavor con la noticia de salud del Peje de ese año del 2013, hoy, año del 2022 con los nuevos reportes médicos de la salud del presidente de México siente Claudia un terror crónico de que su preceptor y rayito de esperanza no pudiese ayudarla en su afán de ser la candidata por Morena a la presidencia de México. Bueno, hasta aquí con los políticos y sus grillas.

El tiempo de los ciudadanos es otro: Todos los mexicanos sabemos, hoy, hoy, hoy por conocimiento o por intuición de las distintas historias y realidades económicas de países que progresan y de otros que simplemente no pueden hacerlo aun teniendo muchos recursos naturales, gente preparada y con ganas de hacerlo. ¿Entonces cuál es el secreto?

Sabemos que cualquier País que progresa tiene instituciones democráticas muy fuertes, mismas que habría que defender aun con el riesgo de ir a la cárcel en las cuales todos los ciudadanos pueden y deben participar sin pedir permiso a nadie , tendrían que opinar, exigir, manifestarse, votar, protestar, desafiar a gobiernos de sordos y torpes cuando sea el caso, aspirar a tener un país de gente de bien, valiente y digna, hacer un traje ciudadano a la medida de sus necesidades.

La inclusión política, a su vez, se da en el marco de una distribución amplia y pluralista del poder. La institucionalidad secuestrada como proponen partidos y políticos en México que viven estrictamente del cuento para recibir a cambio un pago por sus servicios obedientes e interesados, concentran el poder en manos de pocos, es construida la uniformidad para extraer recursos de muchos (Ay impuestos no te rajes) para una minoría que usa los recursos para consolidar sus posiciones de poder político y son incapaces de proveer incentivos para la actividad económica.

La institucionalidad secuestrada puede generar cierto grado de crecimiento sin duda, pero ello no es sostenible dado la inestabilidad por la lucha del poder político concentrado y por las limitaciones a las innovaciones. El país se estanca como consecuencia.

La iniciativa privada que sí sabe cómo hacer que crezca la economía es un aliado del gobierno y no su enemigo como cualquier demagogo de tercera clase quiere hacerte creer, invierte su capital donde no llegan las inversiones del gobierno, puede recomendar al gobierno que no se endeude más allá de cierto límite para evitar la inflación y el colapso económico y evitar la aparición de todos los fenómenos económicos nocivos que le siguen. Y tan tan por hoy.
 

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