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2022

Por: Jorge A. Meléndez Ruiz
martes, 4 de enero de 2022 · 00:00

2021 fue mejor que 2020, pero no fue la panacea. Hubo grandes retos y tuvimos que encontrar cómo operar, cómo coexistir con el virus. ¿Qué nos depara el 2022? Saco mi empañada bola de cristal.

Respecto al crecimiento, 26 instituciones pronostican -en promedio- que el PIB crecerá un 2.8%, en un rango que va desde un 1.9% de Citibanamex y Bursamétrica, hasta el 4% de Vector (cifra similar al pronóstico oficial).

Triple contra sencillo que YSQ presumirá este crecimiento: “¡el modelo funciona, aunque lloren mis adversarios!”.

Es cierto: serían dos años de alzas. Pero no hay mucho que presumir. Basta recordar que en 2019 la economía creció cero y que la caída del 8.2% del 2020 fue de las peores del mundo (como punto de referencia, Estados Unidos sólo cayó 3.5%).

El rebote de 5 puntos y poquito del 2021 será muy bueno. Pero OJO, recuperaremos el nivel del PIB prepandemia hasta el 2023, o inclusive hasta 2024. Hombre, ya podemos calcular que el alza anual de AMLO rondará un 0.67%. Si, leíste bien: apenas 0.67%. Un sexenio perdido.

Ni siquiera “lograremos” la cuarta parte del 4% prometido. Ah, y en el sexenio del Anticristo (Peña) la economía creció 2.2% anual promedio.

En PIB, México sí que se transformó: fuimos de Guatemala a Guatepeor.

Sobre la inflación, que tantos dolores de cabeza nos dio en 2021, los especialistas piensan que efectivamente fue pasajera. Por eso auguran que 2022 cierre con un alza de 4.16 %. Mmmm, no estoy tan seguro. Desbalances en la oferta y cuellos de botella en muchas industrias no parecen ceder.

Ojalá tengan razón los que saben más que yo.
En el tipo de cambio, el promedio de cierre sería de $21.38 pesos por dólar, en un rango de entre los $20 de BNP Paribas a los $23.2 de Bank of America.

Francamente, respecto a la paridad es arriesgado pronosticar. Sigo pensando que la realidad terminará por alcanzar a AMLO. Aunque más lejana, persiste la amenaza de que México pierda el grado de inversión.

Pero bueno, admito que llevo diciendo lo mismo 3 años. y el tipo de cambio se ha mantenido controlado.

Ojalá siga aguantando la liga.
Comparativamente, damos pena: nuestro 2.8% palidece respecto al crecimiento global, que el FMI estima (cifras que no incluyen el posible efecto de Ómicron) en 4.9% para 2022. Imagina, hasta el mundo desarrollado crecerá 4.5%, ¡60% más que México!

Y bueno, el FMI augura que los países en vías de desarrollo crecerían 5.1%, ¡80% más que nosotros!

Seguiremos muuuy lejos de las tasa anual promedio del 5% necesaria para crear los empleos suficientes para los jóvenes que se incorporan cada año a la fuerza laboral. Y, OJO, la enorme deuda social no se cerrará con dádivas de $3,600 pesos mensuales.

En lo estructural, habrá que prestarle mucha atención a la discusión de la terrible “reforma” eléctrica de AMLO (ojalá impere la razón y no pase), a las promesas de inversión de la CFE (a ver si ya inician, van retrasadísimos) y a las inversiones en Pemex.

CFE y Pemex seguirán marcando la pauta del desastre económico de la 4T. Reciben carretadas de dinero, dan cero resultados y son las nubes más amenazantes en el panorama. Relee “CFEcidio y PEMEXcidio”.

En la parte política, en abril resalta el posible (el INE y la 4T están jugando vencidas sobre su realización) referéndum sobre la permanencia de AMLO. ¿Podremos convertirlo en una oportunidad o será un golpe mediático más de YSQ?

Por otro lado están las elecciones de 6 gubernaturas el 5 de junio. Cuatro del PAN (Aguascalientes, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas) y dos del PRI (Hidalgo y Oaxaca). Tristemente, Morena es favorito en cinco, por lo que podría terminar el año gobernando 22 de 32 entidades.

Las elecciones serán una prueba clave para el bloque opositor.

Respecto a Andrés Manuel: más de lo mismo, pero “reloaded”. Espera más insultos, intolerancia, radicalización y más ataques a instituciones. De particular preocupación, la iniciativa de reforma electoral que presentarán en 2022. El INE y la independencia electoral estará en juego.

Como ves, el panorama para 2022 pinta difícil.
¿Qué hacer? Ser precavidos y contemplar escenarios y planes de contingencia. No callar. Denunciar lo irracional y seguir apostando por un México que privilegie razón, justicia, crecimiento y una reducción de la desigualdad que realmente dure.

Por lo pronto, buen inicio de año.

Toma aire, la carrera viene dura.

En pocas palabras.

“Nunca pienso en el futuro. Solito llega rápido”.

Albert Einstein.

benchmark@elnorte.com 

Twitter: jorgemelendez

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