López Obrador y su “caída”… en estatua

Quizá una de las notas más impactantes de los últimos días en materia política, fue la famosa estatua que, residentes obviamente “morenistas”, en Atlacomulco, Estado de México, levantaron en honor de Andrés Manuel López Obrador, y su estrepitosa caída, pero no por cuestiones naturales, sino porque otros vecinos del lugar, que obviamente tienen diferente ideología, decidieron tumbar.

No sé si estoy bien, porque -como muchos- me “despegué” durante varias horas de los móviles, computadoras y otros artefactos de esta índole, y por lo tanto no estuve muy pendiente de las noticias, pero tengo la impresión de que cuando se anunció la develación de dicha estatua en ese sitio, no hubo un pronunciamiento abierto en torno a esto por parte de don Andrés Manuel.

Si estoy mal, por favor díganme, pero cuando leí, como muchos, que esa efigie se erigió durante los últimos momentos de un gobierno morenista en ese sitio (con una inversión total por parte del artista, que con esto quiso honrar a López Obrador), me parece que el tabasqueño no se pronunció en contra de esa decisión, ni de ese “regalo” que le hicieron en ese sentido.

No esperaba que López Obrador se lanzara en contra de quienes así lo quisieron homenajear, llamándoles la atención, ni mucho menos reclamando de manera airada, pero sí esperaba -por lo menos- leer algún comentario en el sentido de que no estaba de acuerdo con ese monumento, porque en varias ocasiones el presidente, y seguidores de la 4T, se han manifestado en contra de este tipo de obras que sólo sirven para halagar al político en turno, y más cuando se hacen en vida del festejado, y sobre todo, estando dentro del gobierno.

La siguiente noticia que tuve al respecto, y que en su momento no pude comentar, fue el acto vandálico que destruyó esa estatua, arrancada desde su base la figura con tamaño humano que hicieron del presidente de la república, la cual no solamente retiraron de su pedestal, sino que la destruyeron, la hicieron cachitos y la “decapitaron”, en un acto que, definitivamente exhibió mucho del coraje de quienes esto hicieron.

Fue hasta este día que leí que en su “mañanera” el presidente lamentó que se hubiese actuado de esta forma, y agradeció a sus simpatizantes que le hicieron ese monumento, diciendo que no le importaba que la hubiesen tirado y destruido, aprovechando para volver a hablar de los neoliberales y derechistas que no lo quieren a él, ni a su movimiento.

Se burló inclusive, de lo que el pueblo dice sobre algunos monumentos para justificar -con eso- que no quiere estar en una estatua.

Y es que, muy seguramente, muchos -como en mi caso- pensaron -tras conocer la noticia que se difundió con mucha profusión- que cómo era posible que en pleno corazón del “territorio” priista, se les hubiese ocurrido levantar un monumento de López Obrador, político que no es de ninguna manera del agrado de muchos tricolores.

Parecía una burla, y un reto para los militantes del partido tricolor (y no sugiero que hayan sido estos los autores de la destrucción), el plantarles ahí un monumento de tal naturaleza, para que lo estuviesen viendo diariamente, y a cada hora “por los siglos de los siglos”.

Y al momento de conocer sobre esa iniciativa, pensé que no tardarían en repetirse acciones de esta naturaleza a todo lo largo y ancho del país, porque, normalmente, tendemos a repetir lo que otros hacen, y al rato ya tendríamos también calles, colonias o edificios, con el nombre de López Obrador.

Sin embargo, tal parece que fue “debut y despedida”, porque, aunque el artista y los promotores quisieran volver a levantar esa estatua, es muy seguro que las palabras de este día del presidente los contenga, sin considerar el hecho de que, al entrar un gobierno priista, ya no tendrán la situación tan fácil.

No aplaudo de ninguna manera esto que sucedió, pero creo que puede ser un mensaje para otros políticos que impulsándolo o no, caigan en la tentación de ser “honrados” también, como si fueran próceres de nuestro país.

Bonilla vuelve a espacios nacionales
Después del desmentido que se hizo en días recientes a una nota que algunos medios, entre estos AFN dimos, en el sentido de que el exgobernador de Baja California Jaime Bonilla Valdez se convertiría en el subsecretario de Gobernación -en enero de 2022- su nombre regresa a espacios periodísticos a nivel nacional.

Por ejemplo, en la Miscelánea Política que escribe Enrique Muñoz Ramírez, en El Heraldo de México, hoy se escribe en uno de sus comentarios ¿Bonilla a gober? y al respecto dice:

“Que, como regalo de Reyes, esta semana podría cuajar la nominación de Jaime Bonilla, exgobernador de Baja California, como subsecretario de Gobernación, al frente de delicados temas de la 4T, como cuña del ejecutivo, de los medios, el legislativo, y de otros sectores, según nos cuentan.

Marcelo y Claudia tendrán que ocuparse “entre risas”, porque sus cercanos ya ven hasta al norteño como presidenciable”.

ANA Y CONDA

Antes o después... Todo puede suceder.
PD2.- En días recientes, la secretaría de Seguridad Pública de la ciudad, negó que se estuviesen registrando asaltos a “mano armada” en el Centro de Tijuana, sin embargo, en un estudio que hoy da a conocer la organización Misión Rescate México, esta zona de la frontera ocupa el primer lugar, en una lista de 50 colonias “más conflictivas” en la materia.

PD3.- Llama la atención que el segundo sitio lo ocupa la zona Río, que es la zona comercial de más lujo en esta frontera, y otros varios lugares, los alcanzan -en su mayoría” colonias de la “Nueva Tijuana”.

PD4.- La variante Ómicron está creciendo en el planeta, y aunque -al parecer- todavía no “inunda” nuestra región, se insiste que esta llegará, y que no podemos “bajar la guardia”.

afntijuana@hotmail.es