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¿A quién le creo…?

“¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?” Chico Marx Por: Ricardo Harte*
viernes, 7 de enero de 2022 · 00:25


“La era de la posverdad marca…una época en la que los políticos a diestra y siniestra intentan manipular hechos conscientemente para influir en la opinión pública, conformando una verdad distinta que se sustenta en la retroalimentación de grupos cada vez más cerrados y alejados entre sí, potenciados por un funcionamiento social que se desarrolla a través de redes sociales y medios sectorizados de comunicación…” (Trascender el reactivo. Julián Kanarek. Pag.67. Edit.Debate)

Uno de los grandes peligros que la humanidad enfrenta en estos días de incertidumbre extrema, es la actuación de grupos de poder (estructural o fáctico) que, con una actitud claramente endogámica, generan interpretaciones, conceptos e ideas sobre la realidad, alejados totalmente de dicha realidad.

Construyen teóricamente una realidad “a modo”, desconociendo o no sabiendo leer los hechos, oyendo sólo lo que coincide con sus apreciaciones, juzgando los aconteceres de acuerdo con lo que creen, suponen o quieren saber.

Ello conduce, de acuerdo a lo que siempre ha sucedido, a las catástrofes y al caos de una sociedad.

Entiendo (algún especialista del tema puede aportar más información) que en días anteriores a la Revolución Francesa, a María Antonieta le comentaron que el pueblo ya no tenía ni pan para comer, a lo que contestó, cuenta la historia, con la frase de: “que coman brioche…”.

Ello lo relaciono con las “burbujas” que están sucediendo en las redes antisociales.

Un grupo de personas arman un sitio en WA, o en Twiter, dialogan, se pasan informaciones “confiables”, de “fuentes fidedignas” y van haciéndose una composición de lugar de los hechos, de los aconteceres que suceden en el mundo.

“Burbujas” tipo María Antonieta, en las que desaparece el sentido común, la inteligencia, la disparidad, la controversia y la duda.

La realidad es la que nosotros, miembros de la burbuja, vamos tejiendo de acuerdo a lo que creemos, de acuerdo a nuestros paradigmas y a nuestros principios.

Con una total promiscuidad y endogámica actitud ideológica, el grupo se auto convence de qué es lo que está bien y qué es lo que está mal. El grupo se convence de que la tierra es plana y de que las vacunas están inventadas para inyectarnos un chip que controlará nuestras voluntades y nos transformarán en esclavos de un complot planetario.

El síndrome “María Antonieta” dispersado a nivel mundial, gracias a las plataformas de incomunicación que las tecnologías nos brindan minuto a minuto.

La pandemia entonces no se trata sólo de un virus que se divierte con nuestras ignorancias y nuestros miedos, sino que, además y principalmente, se trata del síndrome “gallinero” eclosionado a niveles planetarios: nos comportamos como gallinas alarmadas que cacarean todas al unísono, haciendo un gran escándalo sonoro, pero sin escucharse entre ellas, sin reflexionar sobre lo que se cacarea, sin analizar, sin concluir y sin dialogar.

En este escenario, la incertidumbre nos vuelve enormemente vulnerables.

Intentamos construir la verdad sobre fragmentos de mentiras. Nos aferramos al resultado de esa construcción con verdadera fiereza y vamos migrando, poco a poco, a posiciones de intolerancia, de fundamentalismos, de extremismos ideológicos.

No soportamos la incertidumbre de la duda.
Exigimos “verdades”, certezas, soluciones y todo aquel que nos ofrezca un mínimo de confiabilidad se transforma en un líder que todo lo sabe, que todo lo conoce y que todo lo resuelve. Se acabaron las dudas, los temores, las inseguridades.

De allí el fanatismo, la sordera, la inflexibilidad y la intolerancia ante lo diferente, lo desconocido, lo novedoso.

Logramos entonces creer en alguien, se terminaron las angustias.

Entregamos nuestra dignidad de seres humanos en manos de quien nos asegura una respuesta concreta y plausible a nuestras preguntas.

Entregamos nuestra libertad de decidir.
*Arquitecto uruguayo radicado en México desde hace más de 50 años

ricardoharte@yahoo.com.mx 

 

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