El autócrata

Hace más o menos siete años leí El mesías tropical de Enrique Krauze. En ese ensayo Krauze no hace sino dar cuenta de lo que López Obrador precisamente es: un líder mesiánico.

López Obrador ha abusado de la religiosidad y la piedad de los mexicanos. En materia política, se ha equivocado, pero no hace falta ser un brujo: allí esta el INSABI ese engendro de salud pública que sustituye el antiguo sistema de salud que -dice el presidente- esta lleno de corruptos y ladrones.

Una revolución no puede sentarse sobre un solo hombre. Quienes somos críticos de López Obrador no somos bien vistos por el gobierno, pero eso no importa, en un estado democrático se debe siempre tener críticos, eso es sano en la vida política de cualquier país.

Lo peor está quizá por venir: a Porfirio Díaz siempre le preocupó el juicio que sobre si mismo hiciera la historia.

A López Obrador no le interesa en lo más mínimo, aunque desde luego, ha repetido hasta el cansancio que no se va a reelegir, pero el problema es que en este momento histórico del país no tenemos oposición.

No quiere decir que no existan partidos como el PAN, el PRI y otros y la existencia figuras históricas. Allí esta también Movimiento Ciudadano, pero en este momento el país tiene otros dolores: tenemos la “posible” amenaza de un intento releccionista del presidente, aunque desde luego eso sería un entuerto.

No existen inconformes en la 4T porque el país está dominado por el partido de López Obrador.

Las mañaneras son un intento de autopromoción que solo se detiene en tiempos electores porque así lo dispone la norma.

No debemos preocuparnos. López Obrador, no es Porfirio Díaz y nunca lo será. Había cierto genio en el viejo.

No tenemos elementos para hablar una posible plataforma de reelección, pero allí están muchas muestras de la corrupción de que la que dice el gobierno federal que ya no existe.

Sin embargo, hay 966 contratos del ejército sobre el Aeropuerto de Santa Lucía, ante la insistencia la SEDENA negó la información.

Y para dar la estocada final hace unos días que el presidente firmó un decreto por el que no esta obligado a revelar información del gobierno federal y que esta se puede clasificar como de “seguridad nacional”.

Lo más chistoso es que el presidente es lo que dice que no es: Un populista que viola todos los principios elementales de la democracia.

Se dio baños de pureza, pero desplegó 27,000 efectivos de la Guardia Nacional para cooperar contra los “mexican rapists”.

Al vuelo.

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