Los límites de la “libertad”

En un suceso sin precedentes, el jueves pasado finalmente se concretó una de las transacciones más habladas en los últimos años, esta es la compra que realizó el multimillonario sudafricano Elon Musk, quien, a partir del anuncio de aquel día, se convirtió en el dueño de Twitter, una de las redes sociales más importantes de la última década. Uno de los pilares del boom de redes sociales que tuvo como cuna la conocidísima Silicon Valley en Estados Unidos, Twitter ha sido una de las plataformas de microblogging más utilizados, ya que la brevedad y la rapidez con que se puede compartir y recibir información ha sido la predilección de una red que le ha otorgado ya cerca de 300 millones de usuarios.
Sin embargo, la compra ha dado mucho de qué hablar debido a lo controversial que ha resultado Elon Musk como figura pública, en especial gracias al reciente discurso que ha adoptado donde se autoproclama como una figura que salvará y defenderá la “libertad de expresión”. A ojos de Musk, esta tarea no podía hacerse mejor que a través de la conocida red social, la cual adquirió alegando un mejoramiento de la misma en temas de transparencia y libertades, no tanto por una ganancia monetaria.
Aunque esta última afirmación resulta difícil de creer, también lo son las supuestas intenciones detrás de la compra, sobre todo en el tema de la “libertad de expresión”, pues algunas posturas -y tweets- del propio Musk han llevado a un debate sobre las preocupaciones en relación a los cambios en la forma y reglas de moderación de este foro, el cual no ha estado exento de discursos de odio y anti-derechos. Irónicamente, a partir del anuncio de la consolidación de la compra de Musk y de una serie de tweets del nuevo dueño, Twitter se encontró inundado de memes y publicaciones con contenido de odio, especialmente de insultos raciales, como una forma de “celebración” de una nueva era bajo la tutela Musk, el “absolutista de la libertad de expresión”. 
Esto conlleva entonces a la importancia de la paradoja de la tolerancia, una postulación del filósofo Karl Popper, quien en términos simples habla de empujar los límites de la tolerancia a un punto donde el discurso de la tolerancia termina por ser destruida por quienes son intolerantes. Esto puede aplicarse a las redes sociales y, de hecho, ha sido un tema controversial en los últimos años, con el resurgimiento de discursos de odios en términos de etnia, clase, identidad de género, país de origen y demás. Por ello, no es difícil encontrar con quien habla de “respetar la diversidad de opiniones” cuando en realidad replican retóricas que atentan contra las libertades y derechos de otros. 
Si bien el anuncio es reciente y las posturas de Musk habían sido claras en el pasado, por ahora se puede hablar de un reinado de incertidumbre dentro de la red social. Derivado de ello, algunos consideran que la compra podría no ser una del todo acertada para el multimillonario a futuro. Mientras tanto, incluso si su nuevo dueño no lo cree, permite traer a la mesa nuevamente la preocupación entorno a los límites de las libertades, más aún cuando una mala concepción de la libertad disfraza odio y violencia en contra de otros. 

*Lic. En Relaciones Internacionales por el TEC de MTY campus Guadalajara

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