Historia 0

Desde la aparición del ser humano en la tierra, este ha tenido una relación muy cercana con el creador de todo lo que existe. Lo llaman el arquitecto del universo, Dios, ser superior, gran inteligencia, incluso los grandes científicos y estudiosos del cosmos dan fe de ese ente o espíritu.
Dicha afirmación se fundamenta en más de 5000 años de historia. En aquellos tiempos todo giraba alrededor de Él. Jehová Dios. De él existen muchos más testimonios que de cualquier otra entidad conocida o supuesta en cuanto a deidad y poder. 
Nada en este mundo nos explica cómo aparecimos aquí, mucho menos nuestro propósito. Sólo Dios. Absolutamente todo son teorías.
Lo que sí es real es la forma en que condicionamos nuestras vidas de acuerdo a nuestros propios conceptos, y para saber si hemos acertado hagamos una reseña sobre nosotros mismos en cuanto a nuestras actitudes: nos preguntamos:
¿Hemos sido congruentes con nuestra naturaleza humana, gente no bélica, no agresivos, no destructivos, no soberbios, no desunidos, no insensibles, no autodestructivos, etc., etc.?
Ahora, si evaluamos la actualidad que vivimos nos encontraremos con al menos lo siguiente: al borde de una guerra mundial nuclear a nivel extinción de la raza humana, corrupción sexual acelerada, hambruna, deforestación, aborto generalizado, prácticamente un no a la vida.
En cuanto a destrucción nuclear masiva o genocidio: Rusia al borde de iniciarla, y esto es obra de pocos hombres de diferentes países con intereses ocultos.
Autodestructivos: La tierra, el mar y el espacio convertidos en un auténtico basurero.
Corrupción sexual: 37 géneros de sexo.
Se dice que el único animal racional que se quema dos veces es el hombre. En comparación con un animal irracional, este no comete el mismo error. Aún Einstein decía que el ser humano es el más tonto del mundo ya que hace una bomba para destruirse y un ratón no hace su propia trampa.
Jamás lograremos realizarnos como seres humanos, pues el concepto que tenemos de nosotros mismos dista muchísimo de ser el correcto. Hemos menospreciado nuestra grandeza por cuestiones tan triviales que nos hacen ver como retrógrados en todos los niveles.
La misma naturaleza está lejos incluso de requerirnos. Creo que el ser humano ha desperdiciado su vida, su futuro, y no sólo eso, sino también de trascender en el tiempo.

*El autor es contador público

jrudametkin@gmail.com