La manifestación que ni el presidente quería ver

El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, quien es un hombre muy bien informado, según lo que él mismo ha proclamado: Ya lo sabía.
Como buen observador que también es, supo leer las “señales” que se estaban presentando en los últimos días y, por lo tanto, sabía que esta no sería una manifestación más, sino que sí podría “cimbrar” su proyecto, y por eso, pese a señalar reiteradamente que no le importaba la marcha a favor del INE, y no obstante, se burló (de todas las maneras posibles), y descalificó a quienes pudiesen participar, bien sabía que este llamado en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), como actualmente se encuentra, tendría importante recepción entre la ciudadanía.
Y eso, unido al hecho de que, cierto o falso, se ha extendido la versión de que el presidente López Obrador está yendo contra las instituciones, y desmantelando el sistema en el que hasta ahora hemos vivido, propició que muchos intereses se mezclaran, y aquellos ciudadanos que le temen a todo lo demás que pudiese hacer el presidente, aceptaron lanzarse a las calles.
Le dieron su regalo de cumpleaños.
Por eso sus principales colaboradores, simpatizantes, seguidores y aplaudidores de la llamada “cuarta transformación” estuvieron desde muy temprano pendientes de estas movilizaciones, y listos en las redes para “bombardear” con comentarios denostativos, que descalificaban el movimiento, además del hecho de minimizar la importancia que esto tuvo en el país, ya que de manera simultánea, en 50 ciudades de la República y, en la misma capital, se dieron importantes concentraciones, que además fueron pacíficas y sin agresiones para nadie.
De hecho, el mismo presidente dio la fórmula a sus seguidores cuando en una de las últimas mañaneras comentó, pretendiendo hacer crítica de la prensa, que había “ciertas maneras” para magnificar o minimizar un evento, y esto era a través de la toma de imágenes que se hacían cuando apenas se iban reuniendo los asistentes, para no darle importancia a la movilización, o hacerlo en el momento de pleno auge para destacarlo.
Y así lo hicieron varios de sus seguidores y funcionarios, que hablaron de 10,000 personas en Ciudad de México donde se concentraron docenas de miles en tanto que en Tijuana hubo quienes comentaron que con trabajo había 200 ó 300 personas, cuando los asistentes podrían estimarse entre los 2500 y 3,000, no obstante, los muy entusiastas, señalaron por su parte que, oscilaban entre los 6000 y los 8000.
Las autoridades no ofrecieron una cifra oficial, aunque en corto le “mochaban” a las cifras, mientras que policías, de manera extraoficial, confirmaban que podrían haber llegado o pasado los 3000.
De Mexicali tampoco se tiene una cifra oficial, sin embargo, resultó impresionante el número de personas que se reunieron, en un evento ordenado, aunque con oradores.
Es más, si las convocatorias continúan para otros domingos supongo que estos movimientos seguirán creciendo exponencialmente, ya que hay muchos que no son militantes de partidos ni opositores de Morena, o el presidente, sino que están en desacuerdo, con la forma como se está conduciendo el mandatario.
De las cifras que se están manejando hubo una publicación en Twitter de Guadalupe Acosta Naranjo antes aliado del presidente, que le dice a Martín Batres, secretario de gobierno en la Ciudad de México que “Por eso defendemos al INE México, para que no cuenten ustedes los votos, ternuritas”.
Y es que Batres afirmó que, del Centro de Monitoreo, dieron seguimiento a la movilización de este día contra la reforma electoral, para asegurar que asistieron “entre 10 mil y 12 mil personas”.
Los opositores a la marcha, además hablaron de “acarreo”, mientras que otros más politizados y metidos en la política insistían en que quienes se unieron a este movimiento de rechazo a la reforma electoral, era porque se estarían viendo afectados en sus bolsillos, y que estaban favoreciendo hasta al presidente del Instituto Electoral y sus consejeros, con grandes sueldos.
Fueron muy insistentes también en las “bondades” que traería esta reforma, que es algo que podría ser celebrado y reconocido, sin embargo, no hablaban del fondo de este proyecto, que de aprobarse, devolvería el control y el manejo de los comicios al gobierno en turno, que en este caso es Morena, lo mismo que les permitiría el control de las cámaras en el país y en el Congreso de la Unión, con la necesaria depuración de los representantes del pueblo, que no obstante ser una medida popular entre la población, no es para este momento y, menos cuando estamos previos a una elección Federal.
Insistían en que los consejeros serían votados de tres listas que serían propuestas por los tres poderes de la Unión: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial, sin embargo, no se dice lo que podría pasar, cuando desde una “mañanera”, el presidente manifieste su opinión sobre quiénes considera que de esas listas tendrían que ser los votados consejeros, que le deberían el cargo.
Ya hemos visto cómo lastimosamente, las mayorías de Morena, sin siquiera analizar lo que se les presenta, lo votan, sólo por la decisión de su guía, al que nadie osa confrontarse ni ponérsele “al brinco”, porque para su defensa, estarían la Fiscalía General de la República y el Sistema de Administración Tributaria.

ANA Y CONDA
¡Exclusiva...Exclusiva! Hay nueva directora de comunicación social en el Estado.

PD. - Pero que no cunda el pánico. Es la gobernadora Marina del Pilar, que no quiso que le ganaran la exclusiva de la noticia de un acuerdo con los maestros de la sección 37 del SNTE, de lo que también se puso la “estrellita”.

PD1 - Así es que ella lo anunció en sus redes, sin dar oportunidad a sus colaboradores. 

PD2.- Ya sé qué dirán en la mañanera. Ya lo sé.

PD3.- Y los “jilgueros”, felicitando al presidente por su cumpleaños.

PD4.- Escuché a algunos compañeros de Mexicali, quejándose de que “no tuvieron oportunidad de preguntar temas importantes, o del día en la pasada “semanera”.

PD5.- Decían que el tiempo se consumió, con temas que en realidad no les importaban, como la presentación del presidente del Poder Judicial, en lugar de hablar sobre el problema magisterial.

PD6.- Yo me pregunto ¿Qué no son reporteros? ¿No podían hablar? ¿No podían señalar que, si se trataba de conferencia de prensa, ellos debían marcar los temas?

PD7.- Por lo menos, así me lo habrían recriminado mis jefes de información, en los buenos tiempos del reporteo.

PD8.- Sólo era levantar la mano y alzar la voz.

PD9.- Eso también me lo habrían dicho.

PD10.- Además, el presidente del Poder Judicial, muy bien puede convocar a sus propias conferencias de prensa.  

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