Dos marchas en el Zócalo

El presidente Andrés Manuel López Obrador no sólo minimiza y descalifica una marcha ciudadana que fue a todas luces un éxito el pasado domingo -de asueto laboral, pero de compromiso social-, sino que se prepara para impedir que, de nuevo, el próximo día 27 de noviembre los ciudadanos se reúnan, ahora sí, en el Zócalo con motivo de la Gran Marcha de Liberación que, en su sexta ocasión está organizando el Frente Nacional Anti AMLO (Frenaa)
Desde hace varias semanas y con permisos ya otorgados, el Frenaa anunció públicamente la gran marcha que hoy pretende boicotear el presidente, quien acaba de informar que -¡qué casualidad! -, ese día se llevará a cabo la celebración de su cuarto informe y que será precisamente ahí, en el Zócalo.
¿Dos marchas al mismo tiempo en tan emblemático lugar? 
Conforme al reglamento de manifestaciones de la capital, la primera solicitud en tiempo y derecho debe ser la que se atienda, por sobre la que, luego de la marcha del domingo, se le ocurrió realizar al presidente la paradójica y ridículamente marcha encabezada por AMLO ¡rumbo a su propio palacio!
El presidente, amén de no lograr superar el trauma que le causó perder la elección del 2006 y luego la del 2012, se ha enfurecido porque miles de ciudadanos salieron a las calles en todo el país para rechazar la reforma legislativa con la que pretende acabar con el INE; no le gustó que los ciudadanos despertaran de su letargo y que, con entusiasmo, participaran en esa manifestación cívica, pacífica y ordenada -como lo marca la ley; esa que, para AMLO es siempre un estorbo que limita su autocracia, que significa querer mandarse solo, en contra del concepto democrático de ser un mandatario de la sociedad, no su dueño.
Así, hoy pretende impedir que otra y de nueva vez, el ciudadano se manifieste organizando una contramarcha, para mostrar su fuerza con un recorrido hacia su propio palacio para recibir aplausos y sentir esa aprobación enfermiza que requiere... y que teme que ya se le está yendo de las manos, dado el crecimiento de la inconformidad por la carestía, la inseguridad, la violencia, desapariciones, feminicidios y demás, hoy más cruenta que nunca sobre víctimas inocentes de familias enteras.
Como siempre, en lugar de unir busca la confrontación al iniciar una guerra de marchas y ver cuál resulta más numerosa. 
Sin medir consecuencias busca enfrentar al grupo de opositores del Frenaa con el grupo de aplaudidores que sin duda -con todo el poder del Estado- estarán presentes. 
A ese grado es la irresponsabilidad con tal de evitar que una vez más la sociedad civil le reclame su mal gobierno.
AMLO busca pleito y está desesperado al ver que el ídolo con pies de barro en que se ha convertido, se está desmoronando.
Ante el rechazo de cada vez más personas y grupos -que lo apoyaron inicialmente esperando un mejor gobierno- su furia crece... y le nubla por completo la razón. Más vale tenerlo claro.
Se convirtió, precisamente, en lo peor que se temía: un peligro para México, como hoy lo está siendo, y ante lo cual, aquellos mismos votantes, más los nuevos, se ven cada día más dispuestos a corregir tamaño error.
¿Qué pasará el 27? ¿Dos marchas en el Zócalo? ¿Prevalecerá la ley y se le dará validez al permiso con que cuenta Frenaa? 
Ya lo veremos.

*Periodista sonorense con más de 30 años de labor periodística y directora de la revista Mujer y Poder  mujerypoder05@yahoo.com.mx