¿Qué sigue?

En Baja California, como en el resto de país, los avances democráticos han sido resultado de erupciones sociales, pero la intensidad de este tipo de participación ciudadana dura muy poco, incluso se disipa, porque hace apenas unos años en todas las ciudades de la entidad se registraban marchas masivas contra la denominada “Ley del Agua”, pero ahora nadie salió a protestar por el reciente incremento de tarifas, y aquí en Ensenada tampoco hubo manifestaciones ante el aumento al impuesto predial.
Sin embargo, la marcha en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) del pasado 13 de noviembre logró, entre otras cosas, reactivar la alianza legislativa PRI, PAN y PRD (Va por México) y pareciera haber contenido la propuesta presidencial de reforma electoral.
Sin embargo, prevalece la intención del gobierno federal y Morena de llevar a las leyes secundarias cambios que impacten en la operación de los órganos electorales.
Miles de ciudadanos salieron a las calles en 31 entidades del país, sólo faltó Hidalgo, para protestar contra la reforma electoral y exigir a los partidos de oposición frenarla.
El primer presidente del entonces IFE, José Woldenberg, fue el único orador, y llamó a defender la autonomía del organismo electoral, pues la intención de que el presidente proponga a los consejeros que votará el pueblo, el Instituto regresaría al control gubernamental.
“Nuestro futuro no puede ser resultado de la seducción por un pasado que en buena hora fue desterrado, las próximas citas electorales deben contar con las mismas garantías que las del pasado inmediato, padrón confiable, equidad en las condiciones de la competencia, imparcialidad, conteo pulcro de los votos, resultados preliminares la misma noche de la elección”, dijo el ex consejero.
No obstante, en su conferencia mañanera del lunes 14 de noviembre, el presidente López Obrador minimizó la participación y centró la marcha en la asistencia de una decena de personales polémicos, como Vicente Fox, Margarita Zavala, Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo.
Como una estrategia para desmentir las consignas de la marcha, el partido en el poder ha difundido que no plantean desaparecer al INE, aunque la reforma establece “suprimir” al organismo y crear uno nuevo, como es el INEC.
En su propaganda, aseguraban que habrá más independencia del Instituto, porque los consejeros serán electos “por el pueblo”, sin mencionar que los perfiles a votar serán propuestos por el presidente y otros órganos.
Expertos alertaron que esto sería inconstitucional, pues la columna vertebral de la reforma requiere cambios en la Constitución; por tal motivo, mostraron su preocupación, pues esto generaría una crisis política en el país. También advirtieron que la intención es recortar áreas en la estructura interna del INE y suavizar la fiscalización a partidos o las sanciones.
En diciembre próximo se lanzará la convocatoria para la elección de cuatro consejeros del INE, porque en marzo, terminan su gestión los dos consejeros más controvertidos y atacados, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, así como sus compañeros Adriana Favela y José Roberto Ruiz.
Las agrupaciones que impulsaron la marcha del 13 de noviembre en defensa del INE, acordaron fortalecerse, a fin de movilizarse cuantas veces sea necesario hasta que desaparezca la intención de una reforma electoral que impacte la independencia de los órganos electorales.