La abuela

Estoy solo en casa; fui al juego de pelota de mi nieto, regreso a casa y sigo solo. Mi compañera de vida está de viaje. Fue a conocer a nuestra nieta que acaba de ver la luz hace apenas unos días, pero en otra ciudad. Se le ve feliz al lado de nuestra hija, quien no tan a menudo me manda fotos de ellas tres. Pero, sí, son felices las tres generaciones. Para no entrar en un estado de ánimo inadecuado, tengo que reconocer que esta cooperación de mi esposa es de gran importancia en la evolución biológica y cultural de sapiens.
Me explico:
Las abuelas han establecido un papel importante en el éxito de algunas especies de mamíferos que se consideran altamente evolucionados. Este papel ha sido observado, además de en Homo sapiens, en muchas de las especies de mamíferos marinos y, al parecer, también en los elefantes. En especies de mamíferos marinos el rol de las abuelas para apoyar a las hembras recién paridas ha sido mencionado en muchos cetáceos (ballenas) La ballena gris (Eschrichtius robustus), por ejemplo, ha establecido un sofisticado mecanismo de reproducción. Cada año, parte de la población que reside en las aguas frías que circulan por Alaska recorre cerca de ocho mil kilómetros hasta las cálidas aguas del centro de la península de Baja California para cumplir con el proceso de nacimiento. Entre los miembros se pueden distinguir, además de las futuras madres, otros individuos como machos reproductores, pero también otras ballenas hembras adultas, entre otros. Las ballenas hembras adultas en las lagunas costeras son de gran ayuda a las parturientas, de tal forma que algunos científicos consideran que son un importante apoyo al momento del nacimiento de las crías. Este papel puede ser visto "humanamente" como el de una comadrona o, mejor aún, como el de una abuela.
Los sapiens, por su parte, en todas sus culturas, han sido una especie exitosa desde hace más de setenta mil años, ya sea como nómadas o en su vida sedentaria. Como lo comenta Mario Arrimada: "Mucho de (su éxito) se debe a que cada vez más sofistica los cuidados de la descendencia y evita desenlaces no deseados". Esta sofisticación se observa en la cooperación de los miembros de sus poblaciones, que finalmente fortalece a los grupos; por ejemplo, en el cuidado de los miembros pequeños ya destetados. Este puede ser un mecanismo de cooperación basado en el rol de las abuelas.
La hipótesis de la abuela fue postulada por el biólogo George C. Williams en los años cincuenta del siglo pasado. Su intención era tratar de explicar el acontecimiento de la menopausia presente en el humano y en otras especies de mamíferos. El suceso de la menopausia actualmente se le reconoce que tiene un impacto trascendente en la sobrevivencia de los miembros de una especie.  De hecho, la hipótesis postulaba que "posterior a la menopausia, las hembras al dejar de ovular y, por tanto, de poder tener más descendencia, las hembras de estas especies pueden vivir más tiempo". Una importante consecuencia de esto es que estas hembras, con más experiencia y en plenitud de su ciclo de vida "podrían apoyar a sus hijas e hijos y ayudar en el cuidado de sus nietos". Desde un punto de vista netamente biológico, para sapiens las mujeres de edad avanzada contribuyen en la transmisión de sus genes de la mejor manera posible ayudando a sus hijos y nietos a salir adelante, en lugar de continuar teniendo hijos a una avanzada edad con los riesgos que ello implicaría.
Recientemente esta hipótesis de la abuela ha sido retomada desde una perspectiva social y el desarrollo de las comunidades humanas prehistóricas por la antropóloga Kristen Hawkes. Ella plantea que el comportamiento de la abuela está inscrito en el genoma cultural de sapiens. Por más de una década observó a grupos familiares en Tanzania que aún vivían de la recolección de alimentos y de la caza, una forma de vida similar a la de la prehistoria. Durante el estudio observó la relevancia que tenía en el desarrollo de los más jóvenes el hecho de que las abuelas colaborarán en la recolección de tubérculos cuando sus nietos no tenían todavía la suficiente fuerza como para hacerlo ellos. Estos estudios, aunque enfocados a explicar la dinámica social en la prehistoria, definitivamente nos da luz sobre el rol tan importante que tienen las abuelas en las sociedades modernas.
Actualmente la hipótesis de la abuela tiene muchos detractores, principalmente bajo el argumento de que se carece de datos estadísticos suficientes que la sustenten. Pero independientemente de esto, mientras los científicos acumulan mayor evidencia empírica, yo seguiré de manera minuciosa el devenir de la infinita columna de hormigas que van desde el plato que me sirvió ayer para el desayuno y van a algún lugar de la naturaleza a cumplir con su proceso evolutivo, pero eso es otro asunto. Yo no seré ningún disruptor evolutivo.

*Doctor en Ciencias en Oceanografía Costera y consultor ambiental

rsolana@biig-consultores.com