UNA MIRADA HACIA LA INFANCIA

Una muerte con sentido

Por: Psic. Laura Elena Beltrán Padilla*
jueves, 3 de noviembre de 2022 · 00:00

De algo no estamos exentos los seres humanos, de morir, de concluir nuestro trayecto en esta tierra. En el cierre influyen mucho los seres queridos: si hubo preparación para el desenlace final o no. Muy distinto es el duelo que se desarrolla, pudiendo ser de forma anticipada por un deterioro paulatino en la salud o abruptamente al ser consecuencia de un accidente trágico.
Siendo el fallecimiento de una u otra forma se sufre. Es la constante el dolor por la partida de un ser amado. El duelo lastima, se siente como una llaga que llevará su tiempo sanar. Se debe respetar la vida como si fuera el último día y recibir a la muerte con la misma convicción. Qué mejor que se eduque a los menores desde temprana edad y se les prepare para despedir a su querida mascota, mejor amigo o al abuelito tan querido. Para que enfrenten su proceso de la mejor forma.
La muerte no debería llegar en vano, es algo incierto para todos. Pero si podemos direccionar la energía en un sentido más favorable para dejar buenas semillas, integrar a los niños a actividades en honor a la vida y también hacia la muerte, sería más saludable. Se debe aprovechar lo que ocurre en la vida cotidiana para darle sentido a las emociones. Así como se hizo recientemente con el rescate de las tradiciones: Catrinas, altares, flores e imágenes fueron representativos en lugares públicos y hogares. 
El día de muertos es una celebración, es traer a la memoria a seres significativos y representativos a un escenario. Es importante que a los niños se les prepare para el devenir. Hay películas y actividades que ayudan a elaborar los procesos. Dar sentido a sus emociones y permitir que externalicen las mismas.
Valoro a las personas que se esfuerzan cada día para hacer lo mejor posible con pocos recursos, que se conectan con sus hijos y nietos, diseñan un plan en lo recreativo y familiar; se dan la oportunidad para jugar, compartir y transmitir valores. Esto sí que deja gran satisfacción. Más allá de lo material es la conexión que se haga con los seres cercanos. En la vida hay una sinergia, bien dicen lo que das recibes, si das amor recibes amor.
Coincidimos en un espacio y en ocasiones no nos damos el tiempo de una mirada siendo indiferentes al otro e inclusive, peor aún, metiendo zancadillas. Si somos apáticos ¿Por qué esperaríamos un final enaltecido en el que se nos recuerde? He escuchado relatos de personas que han dejado su pasión de varias formas, un legado a las generaciones siguientes, que satisfacción el dejar huella siendo un padre ejemplar, un buen vecino o compañero de vida. La mejor herencia es la lealtad, el amor y el respeto. 
Cuando hay momentos extraordinarios, dignos de recordar, estos nutren para seguir adelante y reconfortar el alma. Así como se hace con tierra fértil, que vuelve a dar cosecha y prosperidad. Se dice que uno debe de superar a los ancestros y dejar mejores siembras a las generaciones siguientes. ¡Qué reto tan grande! y no cualquiera lo supera, ya que se recibe una fuerza energética y la consigna es tomar la estafeta y hacerlo aún mejor. 
Lo espiritual se vive en familia, las creencias y valores favorecen la transición: La sanación. Pregunto: ¿Cómo te gustaría ser recordado? ¿Qué haces para ello, ¿Cómo es tu conexión con los demás? ¿Con la familia, las amistades y las personas que se cruzan en tu camino? Si un pequeño o integrante está en duelo, es importante darle atención a él y a su familia. 
Al final, personas van, personas vienen, el tiempo y la dedicación que se otorgue a las personas cercanas es lo que dejará huella en sus corazones. Es importante el agradecer, por las experiencias compartidas y el amor incondicional. Qué bonito que, posterior al último aliento, se siga recordando a ese ser que dejó su esencia rodeado de amor.

laurabelpad@gmail.com
*Posgrado en psicoterapia de niños

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