LA VERDAD SEA DICHA

La transformación

Por: Guillermo Hurtado Aviña
miércoles, 30 de noviembre de 2022 · 00:00

Siempre se ha sabido de transformaciones en nuestro país; de la primera, de la segunda, de la tercera y, ahora, de la cuarta, pero pocas veces nos hemos puesto a pensar por qué son consideradas como transformaciones.
Bueno, la Primera Transformación fue la lucha por la Independencia, que permitió liberarnos de España, iniciada por Hidalgo y consumada por Iturbide, lo cual fue en beneficio de México.
La Segunda Transformación, la Reforma, significa el proceso de consolidación del Estado Mexicano, durante el cual se promulgaron leyes tales como la Ley de Juárez; Ley Lerdo: Ley Iglesias; Ley del Registro Civil; Ley de Extinción de la Comunidades religiosas; Ley de Libertad de Cultos, todas ella que han sido y siguen siendo de provecho para todos los mexicanos.
La Tercera Transformación es la Revolución, iniciada propiamente por Pancho Villa, Emiliano Zapata y, por supuesto Pancho Madero, que significó el fin del dictador Porfirio Díaz: el reparto de tierras a los campesinos, y muchos beneficios más a todos los mexicanos.
Pero, bueno, ¿qué es una transformación? Una transformación significa hacer cambios de forma a una cosa, perfeccionar algo, hacer cambios que favorezcan a los ciudadanos, en este caso a los mexicanos, como sucedió en las tres transformaciones mencionadas.
Hoy se ha iniciado una transformación que su autor ha llamado la cuarta transformación, en un afán, según muchas opiniones, de buscar igualarse con los héroes que dieron nacimiento e hicieron transformaciones, principalmente a Benito Juárez, tan es así, dicen, que vive en el Palacio en que vivió el benemérito, que es más lujoso que Los Pinos, casa de los más recientes presidentes.
Para que esta llamada Cuarta Transformación tenga una equiparación con las tres anteriores, tiene forzosamente que contener un beneficio para todos, o cuando menos a la gran mayoría de los mexicanos, pero, de acuerdo con lo que se ve, no está resultando así.
Durante el transcurso de esta transformación, se han llevado acciones que han provocado una reacción negativa, porque esas acciones y decisiones sólo han servido para afectar a mucha gente y al país mismo.
Se han eliminado las estancias infantiles, lo que ha ocasionado que las madres de familia que desempeñaban un trabajo, hayan tenido que renunciar a él porque no tienen quién les cuide a sus hijos, con lo cual se les ha causado un perjuicio.
Se terminó con las escuelas de tiempo completo y con los refugios contra la violencia: se ha privado a los niños de la quimio que necesitan para combatir el cáncer. La cuarta transformación destruyó lo que sería el aeropuerto de Texcoco, proyectado para ser uno de los más modernos del mundo, suprimió varias instituciones públicas, entre otras cosas.
Si transformar significa hacer cambios, perfeccionar algo en beneficio de los ciudadanos, lo que está haciendo este gobierno no beneficia a los mexicanos, no es una transformación, sino una destrucción, por lo que ni de broma puede equipararse con las transformaciones, esas sí, de Hidalgo, Juárez y Madero, por lo tanto, no puede llamarse la 4T, porque no es transformación y menos la cuarta. ¿Estoy en lo cierto?

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