LA BRÚJULA

¡Atención autoridades de tránsito!

Por: Heberto J. Peterson Legrand
lunes, 7 de noviembre de 2022 · 00:00

Empezaré por no decir “hacen” sino “hacemos”, ya que de no hacerlo sería una falta de honestidad.
Desconozco, desde luego, sus programas de acción, su capacitación, su equipamiento, sus recursos humanos, etcétera.
La finalidad de este artículo es expresar como ciudadano algo que observo, como de seguro observan muchos otros.
Dicho lo anterior, paso a mis observaciones con el propósito de reflexionar sobre cómo veo el comportamiento de quienes, una vez subidos al volante, nos transformamos en conductores agresivos, violentos y groseros.
Empiezo por mencionar el Bulevar Zertuche y el comportamiento que tenemos algunos al no hacer los altos correspondientes, tratar de ganarle a otros automóviles, no usar las direccionales que creo algunos han de pensar que son foquitos navideños, cuando la finalidad es usarlos correctamente para indicarles a los conductores de otros automóviles hacia donde nos vamos a desplazar. Creo que nos falta una cultura bien informada para no caer en el “a mí me vale”.
También el Bulevar Zertuche, que es una zona residencial, como otras calles y avenidas las han convertido en autopistas, ya que no se respeta la velocidad, y los automovilistas que queremos salir del interior de nuestros estacionamientos, por la velocidad de otros conductores nos la complican, porque son incapaces de hacer un alto a pesar de que ponemos las luces preventivas. En mi caso, me han dicho hasta de qué me voy a morir. Se deberían poner unos topes para frenar esa avalancha y poder salir hacia el bulevar sin que peligrosamente se produzca un accidente que con prudencia podemos evitar.
La Ensenada de años atrás, había en los conductores la conducta de cederles el paso a los peatones, hecho que les llamaba la atención a personas que venían de fuera.
Aquella Ensenada tranquila, que no tenía una carga vehicular como hoy la tiene, se ha ido transformando por el crecimiento poblacional, hecho que es comprensible y le sucede a la gran mayoría de los pueblos y ciudades, cuya mancha poblacional crece día a día; y sabemos que es un hecho irreversible.
Hay ciudades en otros lugares del país, como fuera de él, que tienen un crecimiento ordenado gracias a una adecuada planeación.
Debido a la falta de visión a futuro, hoy sufrimos el serio problema de estacionamientos.
Volviendo a los conductores, a las horas pico se carga mucho la movilidad en las avenidas y calles de personas que tienen el mal hábito de ir a las carreras para llegar a “tiempo” a las escuelas de sus hijos o a la empresa donde trabajan.
Lo anterior ha vuelto que muchos al transitar vayan en estado de ansiedad y nerviosismo tratando de ganarle a los semáforos. Me comentaba mi queridísima comadre Reingard de Echegaray, lamentablemente ya fallecida, que aquí cuando vemos las luces preventivas para pararnos frente a los semáforos las ignoramos tratando de ganarles y, sin embargo, en Alemania los conductores en cuanto hay luces preventivas todos hacen el alto y se evitan golpes de automóviles que vienen detrás y saben guardar las distancias.
No cabe duda que nos falta una cultura como automovilistas, y para ello se debe empezar por casa dando a conocer a todos los reglamentos de tránsito, y quien no los respetemos se nos imponga una multa proporcionada.
Cuando viajamos a Estados Unidos, al cruzar la frontera de inmediato nos ponemos el cinturón y respetamos sus reglamentos, porque sabemos que de no hacerlo nos multarán.
Viajar con niños sin su debida protección es otra de nuestras lacras. Me ha tocado observar a niños casi saliéndose por la ventana y otros casos donde el chofer pone al niño en sus piernas, sin pensar que en un choque será el hijo quien recibirá el impacto sirviéndole de escudo a la mamá o papá.
Ojalá y todos reflexionemos sobre lo arriba expuesto, para tener buenos hábitos frente al volante y no perdamos la decencia y prudencia para lograr una cultura vehicular que sepamos honrar.
Finalmente, observen la avenida Reforma y podrán darse cuenta la velocidad de muchos e imagínense un choque que lo más probable es que sea mortal.
Por último, vemos camiones de gran tonelaje transitando por avenidas y calles que les son prohibidas.

petersonheberto@live.com 

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