LA TURICATA

La forma de las letras

Por: José Carrillo Cedillo
sábado, 14 de mayo de 2022 · 00:00

Debemos a los sumerios las primeras tentativas de expresar ideas en forma escrita. Alrededor del año 3000 antes de nuestra era; con punzones, presumiblemente de hueso, trazaban pequeñas figuras sobre arcilla húmeda, que cocían al secarse, y poco a poco se fue conviniendo en trazos en forma de cuña; por eso se le conoce como cuneiforme. 
Mil años después, ya se usaba en Egipto, donde evolucionó como centenares de jeroglíficos y aquí ya se usaban, en lugar de las tablillas, los papiros y piedra caliza; los fenicios copiaron el sistema y lo llevaron a Grecia quienes lo redujeron a un conjunto más simplificado y éste conjunto de símbolos fue utilizado por los etruscos de Italia, quienes inventaron la lectura de izquierda a derecha. El alfabeto griego se conjuntó a 23 caracteres que son la base del alfabeto occidental.
Fueron los romanos los que usaron mayúsculas y minúsculas, trazadas con pincel en unos muros de Pompeya, pero no tenían una fórmula clara para su uso; fueron los eruditos del Renacimiento, centrados como estaban en rescatar la cultura antigua los que singularizaron la inscripción de la columna de Trajano como letra clásica ideal. 
Las mayúsculas redondeadas de los romanos adornadas bellamente, fueron extendidas por los primeros misioneros cristianos y perfeccionadas por los copistas monacales en hermosas biblias hechas con plumas de ave.
Al inicio de un párrafo se usaba una letra más grande llamada versal. Fue en el siglo VIII con Carlomagno, quien encargó al sabio Alcuino de York que unificara las diversas letras que se usaban entonces.
A la escritura resultante se le conoce como Carolingia y se basaba en la escritura libresca romana. Pero, a la muerte de Carlomagno, los países centrales de Europa, fueron formando sus propios estilos; el más popular era el estilo gótico al contrario de otros países que se inclinaban por un estilo más redondeado. 
Europa fue saliendo poco a poco del oscuro medioevo y con la demanda de más literatura, creció un floreciente negocio, los talleres de copistas no se daban abasto y se buscaba la manera de acelerar el proceso.
Johannes Gutenberg superó la dificultad con su invención del tipo móvil, la imprenta como la conocemos funcionando todavía; después de años de pruebas, la suerte le sonrió al encontrar tipos uniformes y su gran fama la fincó en las numerosas biblias que salieron de su taller, inundando el mundo occidental. 
Ante esto, los escribas afinaron su ingenio creando letras bellísimas que casi eran cuadros, cosa que estaba fuera del alcance del nuevo invento. Y siguió la competencia entre los países para diseñar letras más atractivas para la buena lectura. Se inventó una máquina que formaba líneas con plomo derretido y se pudieron formar párrafos y con ello, páginas. 
La primera imprenta fuera de Alemania se instaló al norte de Italia en el monasterio de Subiaco y en 1460 el francés Nicolás Jenson instaló una imprenta en Venecia e introdujo el primer tipo itálico diseñado por Francesco Griffo.
Luis XIV de Francia, nombró en 1696 una comisión para encontrar una solución matemática del  diseño de tipos; la comisión propuso que las letras se diseñaran sobre la base de un cuadrado en 2.304 y ese tipo se le conoce como roman de roi el cual se mecanizó más que muchos de sus antecesores. 
El tipógrafo John Baskerville, empezó trabajando como profesor de caligrafía y dedicó su vida y su fortuna al perfeccionamiento de los medios de impresión, él diseñó el tipo Baskerville y se inició el uso de placas de cobre para los grabados. 
El famoso tipógrafo Gianbatista Bodoni (1740-1813) fue nombrado impresor real y Napoleón, le otorgó una pensión. En nuestras computadoras están, a nuestra disposición, muchas familias de letras con diferentes estilos, y por lo menos yo, estoy maravillado y agradecido por el tiempo en que nos tocó vivir.
Y, a finales del siglo XIX, se inventó el offset, donde se usa película.
Y hasta aquí llegamos con nuestra historia.

jcarrillocedillo@hotmail.com

 

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