Rafael José Raúl Eugenio Aguirre Muñoz

Un hombre inteligente, culto y de mundo, a quien me interesó entrevistar, porque me di cuenta que son de esas personas que con su presencia enriquecen el tejido social.
Su padre don José Raúl Aguirre y Argüelles de origen vasco, y cuya familia llegó a México durante los años 1697-1767 que fue la estancia de los Jesuitas hasta que la Dinastía de los Borbones los sacaron de México.
Su mamá, doña Pila Ortiz Ceballos, de origen Vasco, y cuya familia también llegó a México por la misma época.
De su padre me comentó que estudió medicina en la Ciudad de México, después se fue a Europa a estudiar Química y biofísica en Francia y Alemania.
Cuando estaba por iniciarse la Segunda Guerra Mundial, su padre y otros científicos alemanes se fueron de inmediato a Estados Unidos. Su padre que era científico trabajó en el proyecto Manhattan y en el Álamo conoció a Robert y John Oppenhaimer que estaban trabajando en un proyecto secreto para construir la bomba atómica. En ello trabajaron cientos de científicos. 
Cuando el Presidente Truman ordena lanzar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, dice que su padre y otros científicos se sintieron profundamente tristes, ya que no sabían el alcance de lo que sucedería…
Le platiqué que yo conocí al General de los Jesuitas, Pedro Arrupe que estaba en Hiroshima cuando lanzaron las bombas y él, que era médico, salió con otros jesuitas a ayudarlos, lo conocí y leí su libro “Yo viví la bomba atómica” y escribiré sobre ello el próximo lunes.
Siguió disertando y me dijo que sus padres se fueron a vivir a la capital para darles a sus hijos la oportunidad de una mejor educación el año de 1980. 
Su hermano el Dr. Alfonso Aguirre Muñoz es un destacado oceanólogo, que en la década de los 70 se vino a estudiar a la Facultad de Ciencias Marinas de la UABC, la primera escuela de todo hispanoamérica.
Sus padres en 1989 se vinieron a vivir a Ensenada. El hermano de su mamá de nombre Francisco Muñoz en 1945 era piloto de la Exportadora de Sal. Agregó don Rafael que él ya desde la década de fines de los 50 y principios de los 60 venía seguido a Ensenada.
Su padre don José Raúl, trabajó antes de irse a la capital en Durango con la Compañía Dupont De Nem, famosa empresa francesa que se dedicaba a la industria y explosivos.
Mi entrevistado me dijo que toda la familia han sido ambientalistas y están en contra de las carreras 500 y 1000 ya que transitan un desierto donde no llueve y con ello están “empanizando” las plantas.
Le pregunté como sentía a los ensenadenses y me contestó que no son comprometidos, y que hacen un pésimo uso del agua, elemento de vital importancia más en estos lugares donde hay muy poca pero ha faltado una mayor  concientización y educación para entenderlo.
Otra reflexión que me compartió es que desde el Sauzal hasta Maneadero hay por el orden de 200 mil automóviles y que la economía de Ensenada no da para ello…
Siguió diciendo que en Ensenada viven 8 mil estadounidenses que al recibir sus pensiones en dólares les alcanza muy bien y que tienen derecho a sus servicios médicos en Estados Unidos,
A fines de la década de los 50 conoció en Ensenada a Enrique Hermman y a Wenceslao Martínez que fue mecánico de los aviones del Escuadrón 201 cuando participó México en Filipinas en contra de los japoneses.
También se hizo amigo de los hermanos Miguel y Pablo Kolkoff, excelentes mecánicos y bebedores de vino.
Sobre su hermano Adrián, que es doctor en Ciencias de la Conducta, fue director del área natural protegida del desierto central de Baja California.
Su hermano Alfonso trabaja en una Empresa Privada que se financia con donaciones y se dedican a restaurar islas.
Japón otorga el premio Midori a quienes destacan en el campo ambientalista y que es el equivalente al premio Nobel y que le fue otorgado a su hermano Alfonso.
Fue para mí muy grato el saber que Rafael José está casado con Soraya Ayub, persona muy querida al igual que sus hermanos y su bella hermana Leyla, personas todas ellas muy estimadas en la comunidad de Ensenada.