DESDE EL VIGÍA

Vivir de subsidios

Por: El Vigía
martes, 21 de junio de 2022 · 00:00

Desde hace casi 70 años la política social de los gobiernos en turno ha sido de carácter asistencialista y a través de subsidios para bajar las tarifas de los principales servicios públicos que proporciona Estado, como el suministro de agua, electricidad y gasolinas, pero esta vieja estrategia no ha generado crecimiento económico.
Y a pesar del fracaso del asistencialismo, en México este año serán repartidos más de 446 mil millones de pesos a través de 13 programas sociales que abarcan 23 millones de beneficiarios y al 65 por ciento de los hogares del país, lo que, según expertos, no sólo representa la transferencia de apoyos sino también una capitalización electoral en beneficio del partido en el poder, similar a lo que hicieron otras fuerzas políticas cuando tuvieron oportunidad de gobernar.
Conforme datos de la Secretaría de Hacienda, este año, la suma de recursos que serán entregados en efectivo y de manera directa representa un incremento de 31 por ciento respecto de los 340 mil millones de pesos otorgados en 2020. 
“El gobierno actual ha sido muy eficaz en la desinstitucionalización de la política social, atribuírsela no a un derecho que se tiene o a que se vive en un país donde hay ese tipo de apoyos, sino al revés, difundiendo la idea que es por la voluntad de una persona por la que se recibe ese apoyo social”, indicó Miguel Székely, director del Centro de Estudios Educativos y Sociales (CEES).
Clara Jusidman, presidenta de Incide Social y quien fue secretaria de Desarrollo Social en la Ciudad de México (1997-2000) durante el Gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, indicó que el clientelismo electoral es uno de los déficits históricos del modelo electoral mexicano, pero el lopezobradorismo ha superado a los regímenes anteriores.
“En alguna época había programas de los estados, programas que venían de alguna institución y la gente, los ciudadanos a veces se confundían, no sabían de dónde venían las ayudas. Ese problema, se superó en esta administración, ahora es claramente el señor presidente el que da esas ayudas con recursos de todos nosotros, porque todos contribuimos al presupuesto, pero él es quien decide a quién le da y a quién no le da”, explicó.
Sin embargo, la entrega por sí sola de ayudas sociales no es suficiente para que el agradecimiento de los beneficiarios se traduzca en un apoyo electoral y de esto pueden dar fe los ex presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña, consideró Székely.
“Lo que se gastaba en el Gobierno de Felipe Calderón al final del sexenio en programas como Prospera, en su momento Oportunidades, era una cantidad históricamente alta y, con todo y todo, perdió el PAN.
“Luego, con Peña Nieto igual, en volumen de recursos de programas sociales era, también, muy considerable, nuevamente ahí el programa Prospera creciendo más que nunca y no ganó el PRI nuevamente”, señaló.
Lo que permite rentabilizar electoralmente los programas sociales a López Obrador, consideró el investigador, es la persuasión de que se trata de apoyos que se otorgan por voluntad de él y que estos se pueden perder si Morena no continúa en el poder.

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