DESDE EL VIGÍA

Migración mortal

jueves, 30 de junio de 2022 · 00:00


El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, consideró que la muerte de 50 migrantes en San Antonio, Texas, entre ellos 22 mexicanos, es un llamado a los líderes de las naciones y las organizaciones civiles para resolver el problema del tráfico ilegal de personas.
El diplomático recordó la muerte de 55 migrantes, registrada en diciembre de 2021 en Chiapas, donde también estuvieron involucradas bandas criminales.
“Lo vimos el 9 de diciembre, en lo que pasó en Chiapas, y se ve ahora en San Antonio, donde también están 50 personas que murieron ahí, a manos del crimen organizado”, dijo luego de reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Lo que pasó es, otra vez, un sonido grande para los líderes de las naciones, también para las organizaciones civiles, que tenemos que resolver esta realidad”, alertó.
Sin embargo, desde hace décadas los traficantes de personas pasan a los migrantes en pequeños grupos por el Río Bravo y luego los esconden en casas de seguridad en territorio estadounidense, para evitar así los cruces fronterizos regulares, reconocen mandos operativos del Instituto Nacional de Migración (INM).
Una vez en Estados Unidos, los polleros suben a los migrantes a tráileres y los llevan a distintas ciudades de ese país; por tal motivo, es casi imposible que tráileres cargados con indocumentados pasen por puentes internacionales sin ser detectados.
Las autoridades migratorias en México han detectado que el modus operandi de los coyotes o traficantes de personas en la frontera norte, implica que los migrantes atraviesen en pequeños grupos a territorio de Estados Unidos, donde los concentran en casas de seguridad para luego ser transportados en cajas secas de tractocamiones, así como autos y camionetas. 
Con la tecnología usada por autoridades estadounidenses y mexicanas en las aduanas, resultaría imposible que un tráiler con una caja seca con más de 50 personas migrantes a bordo cruzara por un puente internacional o una garita, pero el crimen organizado controla la inmigración ilegal porque un negocio les deja enormes ganancias.
Los 51 migrantes que murieron en la caja de un tráiler en San Antonio, Texas, habrían pasado por la frontera de Tamaulipas, donde los traficantes pagan sobornos a los funcionarios de hasta dos millones de dólares por semana. 
“De puro piso pagan a la plaza dos millones de dólares, nomás por pasar, eso multiplícalo por dos, porque agrégale lo que le queda al pollero, mínimo son cuatro millones de dólares a la semana que se está generando por ese delito”, explicó una fuente.
Así que el tráfico de personas genera “un mar de dinero” superior a lo que el Gobierno federal gasta para mantener todos los militares en la franja fronteriza norte del país, como, por ejemplo, en Tamaulipas. 
Es un mundo de gente y un mar de dinero, y ni como detener a los migrantes mexicanos y centroamericanos, dado que de una u otra forma van a pagar por llegar hasta aquí.

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