ANDANZAS ANTROPOLÓGICAS

Formas de viajar en el tiempo III

Por: Arqlga. Enah Fonseca Ibarra*
jueves, 22 de septiembre de 2022 · 00:00

Se nos acaba el verano, y por una parte me alegro. No sé si les ocurrió lo mismo, pero experimenté tal agobio por el calor que sólo la brisa del mar mejoraba la situación. En las playas coincidí con mucha gente, los más intrépidos se sumergían en las frías aguas del Pacífico, otros sólo eran espectadores y los más pequeños hacían castillos en la arena. Cuando estoy frente al mar no puedo evitar pensar en los grupos de personas que habitaron esta región hace miles de años. ¿Cómo era su relación con ese mismo espacio que hoy nosotros disfrutamos?
A partir de la evidencia arqueológica podemos señalar que desde hace 13 mil años diferentes bandas de cazadores-recolectores-pescadores aprovecharon los recursos marino-costeros para su subsistencia.
El mar definitivamente fue fundamental para estos grupos tal como queda demostrado por las toneladas de conchas y huesos de peces y mamíferos marinos que se encuentran concentrados en los campamentos ubicados a lo largo de las costas de la península de Baja California.
Un día "común y corriente" los integrantes de las bandas debieron acercarse al mar en busca de alimento.
Tal vez los ancianos y los niños recolectaban los moluscos pegados a las rocas o enterrados en la arena mientras los más jóvenes se zambullían en busca de otras especies de aguas más profundas o se dedicaban a pescar en solitario o se congregaban para cazar presas más grandes como los lobos marinos.
Una de las grandes interrogantes, en este sentido, es si esas poblaciones se atrevieron a cazar presas aún más grandes. Los huesos de ballena detectados son pocos respecto a otras especies, así que su consumo no parece haber sido frecuente, tal vez no las mataron y más bien aprovecharon aquellos casos ocasionales de varamientos.
Llama la atención que en un entierro humano se encontraran huesos de ballena trabajados, probablemente para usarse como remos. Es altamente probable que esos animales les hayan impactado tanto como a nosotros en el presente.
¿Será por eso por lo que en las pinturas y los petrograbados del centro de la península, enclavados en las sierras, las imágenes de cetáceos fueron delineadas con gran detalle? ¿Será que los monstruos marinos de la mitología yumana hacen alusión a las ballenas y al miedo que generaban? A veces damos por sentada la relación del hombre con el mar, sin considerar que ésta pudo variar de acuerdo con la vocación, tradición o costumbres de los grupos antiguos.
Una dicotomía que los misioneros expresaban como "playanos" y "serranos". Aunque ambos supieran moverse entre los recovecos de esta península, seguramente se apropiaban de manera diferente de ella, algunos construyendo una "suerte de maritorialidad" que, en palabras de Claudia Delgado, refiere a la "construcción histórica y social del mar, basada en múltiples usos, actividades y referentes que integran la compleja relación sociedad-mar".
¿Qué implicaciones tiene para ti vivir frente al mar? ¿Cómo te relacionas con él? ¿Te atemoriza? ¿Cuántas ballenas has visto pasar en sus travesías anuales? Hacer esa reflexión, contemplar el oleaje, disfrutar de la brisa, mojarse los dedos de los pies es, también, una forma de viajar en el tiempo.

*Investigador del Centro INAH BC

...