Nanomedicina: Nuevos medicamentos inteligentes

La medicina ha y seguirá progresando. La continua incorporación de nuevas tecnologías desde la invención de los antibióticos en 1928 hasta nuestros días ha permitido que la esperanza de vida en México haya pasado de 34 años en 1930 a los 75 años en el 2020. Una ganancia de casi 40 años de vida adicionales.
Actualmente, la mayoría de los medicamentos son administrados de manera sistémica. Eso quiere decir que, ya sea tomados o inyectados, el medicamento se distribuye por todo el cuerpo. Esto hace que para tener un efecto curativo en el tejido en donde se requiere se deban usar altas dosis o varias tomas o inyecciones. Las altas dosis hacen que se incrementen los efectos secundarios, por un lado, y que la eficiencia del tratamiento sea baja debido a la distribución inespecífica en todo el cuerpo, por el otro.
La nanomedicina es el uso los materiales nanométricos para usos médicos. Las nanopartículas son partículas pequeñísimas que miden menos de 100 nanómetros de diámetro lo que equivale a una millonésima de milímetro. Para tener una idea del tamaño de estas nanopartículas habría que dividir un millón de veces una de las graduaciones de un milímetro en nuestra regla de medir.
Uno de los usos más prometedores de las nanopartículas en medicina es la administración controlada de medicamentos. Las nanopartículas, de diferentes materiales biocompatibles, pueden ser cargadas con los medicamentos y servir de nanovehículos o nanoacarreadores. Además, estas a su vez pueden ser funcionalizadas con ligandos específicos, para que sean reconocidas por los receptores que se encuentran en la superficie de las células enfermas, como se muestra en la figura. Los ligandos son moléculas que son reconocidas por estructuras celulares específicas llamadas receptores y que se encuentran en la superficie de todas las células. Esto hace que estas nanopartículas se unan solo en las células enfermas y no anden circulando por todo el cuerpo. Una vez que estos nanovehículos son reconocidos por las células enfermas estos se internalizan y liberan el medicamento que contienen en el interior de la célula. Esta nueva tecnología permite evitar efectos secundarios como los daños en células sanas y sobre todo hace que a menores dosis el tratamiento sea más efectivo. En pocas palabras, es una administración más "inteligente" de los medicamentos.
Un ejemplo es la quimioterapia para el tratamiento contra el cáncer. Se sabe que los medicamentos usados en la quimioterapia son tóxicos no solo para las células tumorales, sino también son dañinos para las células sanas. Este es el origen de los drásticos efectos secundarios de la quimioterapia, bien conocidos por todos. La nanomedicina permitirá llevar estos medicamentos solo a células tumorales, dejando libre a las células y tejidos sanos de estas sustancias tóxicas.
En la actualidad ya existen en el mercado medicamentos que están dirigidos solo a tejidos específicos. Los medicamentos basados en nanotecnología son ya una realidad y su número se va incrementando.
Otra posibilidad de la administración de medicamentos por medio de las nanopartículas es que estas pueden tener propiedades ópticas o magnéticas y entonces se puede seguir su distribución en los tejidos afectados por medio de imagenología o resonancia magnética nuclear.
Ha habido grandes avances en el diseño y fabricación de medicamentos novedosos con gran eficiencia y de liberación controlada. Pero sin duda, la nanomedicina tendrá un impacto favorable en los tratamientos de un gran número de enfermedades.

*El autor es presidente de la Academia de Ciencias de Baja California

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