LA MARAÑA CÓSMICA

Frente a la Covid 19 no hay que bajar la guardia

Por: Dr. Rolando Ísita Tornell*
lunes, 6 de febrero de 2023 · 00:16

Pasar al olvido de los desastres, los estragos, los miedos, las angustias por las que hemos transcurrido con el Covid 19 puede llevarnos a volverlos a experimentar. Como se dice de la historia que quienes la olvidan se ven orillados a repetirla.
Ya fuimos vacunados, hemos recibido refuerzos de la vacuna, vamos al trabajo, a la escuela, usamos cada vez menos el cubrebocas y vamos a las reuniones, pachangas y celebraciones, volvemos a pasar largas horas trasladándonos en el tráfico y nos enlatamos voluntariamente en el transporte público… Pero SARS_CoV 2 sigue ahí, modificando sus estructuras para evadir nuestras defensas y otros virus esperan las condiciones para "brincar" a nuestros organismos.
A pocos quedó claro, arraigado como conocimiento, que se trató de un virus desconocido para nuestra inteligencia y para nuestro sistema inmune, y que, con toda la tecnología de punta, barcos, aviones, misiones espaciales, armas nucleares, y supersónicas lo que mejor se podía hacer es lo que han hecho nuestros ancestros desde que fueron conscientes de las infecciones masivas, evitar el contacto entre las personas. La estrategia universal: no dejar rebasar la capacidad hospitalaria, se van a infectar todos, pero hay que impedir que sean al mismo tiempo, disminuir las muertes, particularmente los más vulnerables, los inmunosenescientes sin duda (mayores de 60 años).
Desentrañar a la especie invasora y la respuesta alocada de las defensas del organismo humano frente al invasor ha sido una hazaña épica. Brotó en Asia en diciembre del 2019, es uno de los ocho coronavirus detectados y desconocidos. En febrero, el andamiaje genético del SARS_CoV 2 fue compartido por los chinos a la comunidad científica del mundo. En ese mismo mes sus puntas características ya habían sido descritas y desentrañadas, es su herramienta de ataque, y la proteína AC2 de la pared celular es la puerta de entrada.
El tiempo promedio para desarrollar vacunas era de seis años, para marzo del 2020 diversos laboratorios ya publicaban avances de cómo inocularían la secuencia de la espiga del coronavirus en nuestros organismos, bien mediante esferitas de grasa o adherírsela a otro virus que nuestro cuerpo sí identifique, como el adenovirus de nuestras glándulas adenoides.
No es del dominio público que las vacunas no curan ni matan al invasor, sino que son una suerte de "acordeón" con un segmento molecular del invasor para que nuestro sistema de defensa se lo aprenda y cuando aparezca el invasor con ese segmento haga lo apropiado para defenderse y expulsarlo. No es el virus el que mata sino la repuesta descoordinada y exagerada de nuestro propio organismo para enfrentarlo.
A estas alturas del virus y la pandemia que ya no son noticia, ya existen preguntitas en las redes sociales de si te has salvado de la infección. Si tu repuesta es afirmativa, no eches las campanas a vuelo.
El que ya no sea noticia no detiene la investigación del fenómeno desde diversas perspectivas y preguntas. Todas las especies se adaptan a los cambios en la naturaleza o se extinguen, el SARS_CoV 2 ni Homo sapiens son la excepción. El virus muta, cambia su apariencia para engañar a las defensas y continuar viable como especie.
Los más reciente reportes nos hablan de que estar vacunados con refuerzos o haber sobrevivido a la infección creando anticuerpos no nos hace inmunes contra el coronavirus para siempre, justamente por las mutaciones o variantes del virus, 8 meses cuanto más, particularmente aquellos con inmunidad híbrida, o sea, que fueron vacunados y se han infectado. Con la sola vacunación, con refuerzo, la prevalencia de inmunidad es más breve.
Lo interesante más que el tiempo, según las investigaciones, es qué tan bien las células inmunitarias reconocen al invasor. La inmunidad híbrida, vacunado e infectado, brinda protección hasta 8 meses o más. Aquellos inmunizados solo con vacuna, el refuerzo proporciona protección más breve, "una cuarta dosis" no ha sido mejor que las tres dosis previas. Lo que también es evidente es que las enfermedades ya no son tan graves (Nature, 02-02-2023)

*Periodista y comunicador de la ciencia UNAM

risita@dgdc.unam.mx 

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