COYUNTURA

Ensenada bajo el síndrome de Estocolmo

Por: Eloísa Talavera Hernández*
miércoles, 8 de febrero de 2023 · 00:06

Vaya inicio de año 2023 para los ensenadenses que ha venido acompañado de varias desavenencias, pues además de enfrentar una cuesta de enero muy empinada, con una inflación como desde hace muchos años no se había visto, además enfrentan nuevas obligaciones fiscales y un alza de impuestos desproporcionados.
Súmele una actitud arbitraria de parte del presidente municipal Armando Ayala Robles, en la que, en vez de ser empático con la situación actual de la economía, se ha ensañado con los contribuyentes de Ensenada; pues este año aplicó una Ley de Ingresos a todas luces arbitraria, ilegal con la que han estado prácticamente extorsionando a los causantes, sobre todo a los propietarios de diferentes giros comerciales.
No sólo es el caso del impuesto predial arbitrario e ilegal por su aplicación sin criterios claros para evaluar las propiedades, sino que, en el caso de los negocios, no pueden realizar el pago de ningún derecho o impuesto, si antes no pagan el predial. Situación que ha afectado a muchos de los negocios de la ciudad.
Y no quedan allí las cosas, sino que además se han inventado un nuevo modus operandi para extorsionar a los negocios, restaurantes, hoteles, tortillerías, entre otros, solicitándoles licencias de uso de suelo entre otros permisos, en los que ni siquiera respetan los tiempos establecidos por ellos mismos para cumplir con los requisitos, porque los clausuran ahorcando a los establecimientos.
Como en el caso de los hoteles Pretri, Santa Isabel y la tortillería La Palma y otros, que son negocios íconos de la ciudad. Fueron construidos cuando ni siquiera existía el Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población de Ensenada, B.C. (PDUCP) y muchas de estas disposiciones solicitadas ni siquiera existían.
Pero por lo visto se tienen dos varas para aplicar su política arbitraria, porque surgen las siguientes preguntas:
¿Porque no les solicitan a las empresas de los amigos y funcionarios del actual ayuntamiento los permisos de uso de suelo y de construcción de sus empresas y/o negocios? ¿Por qué no le solicitan los permisos y licencias de construcción al Centro de Convenciones Riviera del Pacífico, o al Edificio del antiguo Palacio Municipal, donde actualmente alberga al DIF Municipal y a la Sindicatura? Es más, el propio Alcalde que presente los permisos de construcción y el uso de suelo de su casa.
Porque si en realidad la verdadera intención del alcalde fuera la de resolver un problema, si quisiera solucionarlo, plantearías un proceso de regularización y de recuperación. Pero no, más bien aplica una política de extorsión, para meter dinero a las arcas o a sus bolsillos vaya usted a saber, no sabemos, porque no son las formas de hacerlo.
Más cuando en un municipio turístico, el alcalde debe ser el principal promotor de su infraestructura de sus hoteles y restaurantes, facilitándoles la operación en beneficio de su ciudad.
Además, hemos visto una respuesta muy tibia o nula de parte de las organizaciones y cámaras, a las cuales muchas de estas empresas están afiliadas. Tal pareciera que las empresas tienen una cúpula que está doblada ante la autoridad, porque así creen que protegen sus intereses, cuando los intereses se defienden con el Estado de Derecho.
Es vergonzoso lo que está sucediendo en Ensenada, antes que esperanzas de que el CCE se quedara callado ante una situación como esta, y antes también el gobierno se preocupada por la opinión de los empresarios, cosa que ahora no ocurre así, pues hoy el gobierno simplemente los insulta e ignora.
Así que también esperaremos la reacción de los partidos políticos de oposición y de los representantes populares que emanan de ellos, ante esta política de abuso y extorsión que padecen los ensenadenses. Tal parece que estamos bajo el síndrome de Estocolmo, muy contentos con el extorsionador.

*Ex diputada federal

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