CIENCIA Y DESARROLLO

La verdad en la ciencia y la inteligencia artificial

Por: Dr. Gustavo Olague*
lunes, 18 de septiembre de 2023 · 00:00

La verdad encuentra su raíz del latín “veritas” que, como nombre común, es el que recibe la virtud romana de la veracidad (o sinceridad), una de las principales que un buen romano debía poseer. De acuerdo a la mitología romana la verdad se oculta en el fondo de un pozo sagrado por su naturaleza elusiva. 
La verdad es un tema recurrente en el arte y numerosas escuelas lucen la palabra veritas en sus lemas. Por ejemplo, esta palabra la encontramos en el lema Vox Veritas Vita (decir la verdad como una forma de vida) de la Universidad Estatal de California, en la Universidad de Harvard cuyo lema es Veritas o el Lux et Veritas de la Universidad de Indiana y la Universidad de Yale. 
Además, lo encontramos en universidades mexicanas como en la Universidad Autónoma de Nuevo León que reza Alere Flammam Veritatis (que arda la llama de la verdad), y en la Universidad de Monterrey existe la tradición de que cuando un alumno se gradúa tañe la campana llamada Vox Veritatis.
Muchos líderes hacen alusión a que el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) trae consigo oportunidades colosales y amenazas que son difíciles de predecir. El poder de transformar el mundo es abrumador en cuanto al uso de los recursos naturales y regulaciones ambientales, mejores sistemas de salud a un costo menor, un acceso más equitativo del conocimiento, la habilidad para explorar la galaxia, mejorar las comunicaciones, alimentos de calidad, mejores y más económicos, además de más tiempo libre y entretenimiento. 
Al mismo tiempo existen preocupaciones relacionadas a la injusticia social, la perdida de nuestra humanidad, privacidad, y empleo, así como preocupación en nuestra habilidad para adaptarnos (muchos tenemos el temor de quedar obsoletos), y tal vez más importante, el temor del abuso. 
La IA como tecnología nos asombra por su velocidad de cambio, la incorporación de dispositivos al propio ser humano en lo que se conoce como ciborg produciendo un intelecto y capacidades de percepción aumentadas, el manejo de grandes cantidades de información para producir modelos computacionales que realizan actividades que imitan a los grandes maestros de las artes y ciencias, todo esto desembocando en una idea del darwinismo digital. 
Los modelos de negocio y producción asociados a la revolución digital han producido un cambio acelerado en la creación y desaparición de compañías en este siglo. Nos encontramos inmersos en la cuarta revolución industrial que comienza con el consumidor digital, los mexicanos no estamos exentos de disfrutar de las experiencias personalizadas e interactivas gracias a lo que se conoce como tecnologías SMAC (por sus siglas en inglés “social, mobile, analytics and cloud”) que se apalancan de la IA para optimizar sus costos y transformar la colaboración empresarial hacia una mayor productividad. Es por esto que los países invierten sus recursos en sus niños y jóvenes ya que estos representan el futuro de la nación. 
El sistema educativo debe de ser el buque insignia, ya que éste nos debe de proveer de los futuros médicos, ingenieros, físicos, biólogos, químicos, administradores, profesores, maestros, artistas, artesanos, matemáticos, economistas y demás protagonistas de nuestra historia. No invertir en la educación como podemos observar en sistemas donde se privatiza la educación universitaria produce desbalances en la sociedad.
¿Pero y dónde queda la verdad? Esto lo podemos apreciar en la ética de las personas, las corporaciones y los gobiernos. Esto se resume de manera excelsa en el diálogo entre Poncio Pilato y Jesús, cuando Jesús contesta al cuestionamiento del primero sobre si es rey, afirma que con ese fin nació y para eso vino al mundo a dar testimonio de la verdad; entonces Pilato le pregunta ¿Qué es la verdad? Nos resume pues el cambio de mentalidad de una verdad relativa, Pilato siendo un romano, mientras que Jesús manifiesta que la verdad es única.

*Investigador Titular D, Cicese
olague@cicese.mx 

 

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