DESDE EL VIGÍA
Retos de Sheinbaum
Por: El VigíaEste martes 1 de octubre de 2024 comienza la gestión de Claudia Sheinbaum Pardo como presidenta de la república, y como siempre ocurre al iniciar una administración federal se generan muchas expectativas, sobre todo en entidades como Baja California, que requiere de grandes obras de infraestructura para garantizar el abasto de agua, el suministro suficiente de energía eléctrica, mayores beneficios fiscales, mejorar y ampliar su red carretera, amplificar la conectividad digital y, de manera urgente, combatir el flagelo que representa la delincuencia organizada.
Además, el arranque del Gobierno de la primera mujer en convertirse en mandataria del país, también enfrenta grandes retos en materia macroeconómica.
La consolidación fiscal consiste en el proceso mediante el cual se reduce el déficit público a través de recortes al gasto o con aumentos de los ingresos públicos, y en ese sentido Sheinbaum recibe unas finanzas públicas endebles y con poco espacio de maniobra para hacer ajustes.
Expertos en economía coinciden que para poder financiar cualquier política pública se necesitarán recursos, y México está en una situación donde los ingresos no están siendo suficientes para solventar todas las necesidades de gasto.
En 2024 se aprobó un déficit de 5.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el más alto desde 1990, y para 2025 Hacienda se comprometió a reducirlo a un rango de 3.0 y 3.5 por ciento.
Por tanto, Sheinbaum tienen a partir de hoy la responsabilidad de bajar ese déficit a la mitad, pero el gasto aumenta y siguen prometiendo más programas sociales sin que haya recursos para pagarlos y tampoco se han fortalecido los ingresos porque se niegan a la posibilidad de discutir una reforma fiscal; no obstante, la actual situación obliga a una consolidación fiscal sin precedentes, por lo menos en los últimos 30 años.
Y la informalidad laboral es otro lastre que tendrá que cargar la administración entrante, porque en 2018, cuando inició el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, el número de personas que no contaban con seguridad social ni derechos laborales era de 32.8 millones y ahora suman 35.5 millones, es decir, 60 por ciento de la población ocupada, según datos de Inegi.
La informalidad no sólo se asocia con personas que no pagan impuestos y ambulantaje, implica no tener acceso a los servicios de salud, sin derecho a estancias infantiles, ni pensión en caso de enfermedad, accidente o maternidad, así como carecer de ahorro para el retiro, jubilación, recursos y financiamiento de vivienda, entre otras prestaciones.
A nivel global, México ocupa el lugar 45, de 72 países con mayor tasa de informalidad laboral, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo.
Otro factor preocupante que enfrentará Claudia Sheinbaum es el punto de inflexión al inicio de su mandato en la relación con Estados Unidos (EU), ante el fuerte impacto que las reformas constitucionales avaladas en el Congreso tienen en lo comercial y la seguridad.
Al tiempo que EU vive una agria campaña por la Casa Blanca, con disputas sobre temas como migración y aranceles, observadores temen que el aval de algunas de las 18 reformas constitucionales impulsadas por López Obrador marque el inicio de un desacoplamiento entre los dos países.
La pregunta clave es si la presidenta Sheinbaum revertirá ese curso y renovará su compromiso con América del Norte y si el próximo presidente estadounidense hará lo mismo, pero tendrá que esperar tres meses y medio para la llegada de una nueva administración en la Casa Blanca, con la que deberá convivir cuatro años.
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