DESDE CHAPULTEPEC
Del Día Mundial del Sida
Por: Joatam de Basabe*El Día Mundial del Sida, conmemorado cada 1 de diciembre, nos invita a reflexionar sobre los avances y desafíos en la lucha contra esta epidemia global. En México, y particularmente en Baja California, esta fecha cobra una relevancia especial, pues aunque se han registrado logros significativos, aún persisten barreras que dificultan el acceso universal al tratamiento y la prevención.
En el contexto mexicano, el panorama del VIH/Sida es dual. Por un lado, contamos con un sistema de salud que proporciona tratamiento antirretroviral gratuito, lo cual es un hito que coloca al país entre los líderes de América Latina en términos de cobertura médica. Por otro, enfrentamos una serie de retos sociales y estructurales que complican la erradicación del estigma y la discriminación hacia las personas que viven con VIH.
En Baja California, un estado fronterizo con alta movilidad poblacional, las estadísticas son preocupantes. Según cifras recientes, la entidad tiene una de las tasas más altas de nuevos diagnósticos en el país. Esto puede atribuirse a diversos factores, entre ellos la falta de educación sexual integral, el acceso limitado a pruebas rápidas en ciertas comunidades vulnerables, y el impacto de las migraciones, que suelen exponer a las personas a mayores riesgos sin garantizarles el acceso a servicios básicos de salud.
Uno de los mayores desafíos es el estigma social. En muchas comunidades de Baja California, el diagnóstico de VIH sigue asociado a prejuicios que afectan no sólo la autoestima de quienes viven con el virus, sino también su acceso a empleos, educación y servicios de salud. A pesar de los esfuerzos de organizaciones civiles, la discriminación sigue siendo un obstáculo tangible.
Además, la población joven en la región está siendo particularmente impactada. Datos recientes muestran que un número significativo de nuevos casos ocurre en personas de entre 15 y 29 años. Esto resalta la urgencia de implementar campañas de prevención dirigidas a este grupo, que a menudo carece de información adecuada sobre el uso del condón y las pruebas de detección.
Sin embargo, no todo son sombras. Baja California también es un ejemplo de resiliencia comunitaria. Diversas organizaciones no gubernamentales, como asociaciones de la sociedad civil y colectivos LGBTIQ+, trabajan incansablemente para llenar los vacíos donde las instituciones fallan. Estas organizaciones ofrecen desde pruebas rápidas gratuitas hasta consejería y acompañamiento emocional para las personas que viven con VIH.
El Día Mundial del Sida es una oportunidad para visibilizar la necesidad de políticas públicas más inclusivas y efectivas. En Baja California, esto podría traducirse en programas educativos robustos, una mayor disponibilidad de pruebas en zonas rurales y un esfuerzo conjunto para desmantelar los prejuicios que perpetúan la discriminación.
Es momento de que tanto el gobierno como la sociedad civil dejen de ver el VIH/Sida como un problema aislado y lo aborden como una cuestión integral de salud pública y derechos humanos. Sólo así, en México y en Baja California, podremos avanzar hacia la meta de una generación libre de Sida.
*Periodista y profesor universitario
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