AJEDREZ PÚBLICO

Ideario e ideario

Por: Dr. Alfonso Torres Chávez
sábado, 30 de noviembre de 2024 · 00:00

La vida del país, mientras tanto, está oculta tras un velo de misterio. Basta con ver el clima de inseguridad en Sinaloa, mientras el gobernador -o gobernabenator- diría "terminator", Rubén Rocha Moya, dice que no hay pacto con los criminales.
Lo que necesitamos en este país no es un súper gobernador, sino una persona sensata. Lo suficientemente sensata como para saber si hay o no inseguridad, y sólo basta con ver las balaceras en todo Sinaloa para saber si estamos insertos en un estado lleno de inseguridad o no.
Los problemas de seguridad están en todo el país: En Baja California la situación no es diferentes a otros puntos de la geografía nacional. Basta con visitar sitios de internet de noticias locales, donde todos los días se reportan desapariciones, asesinatos y accidentes de tránsito.
Ensenada, que presumía ser una de las ciudades más pacificas de Baja California ya dejó de serlo desde hace años, superando incluso a su hermana república de Tijuana, que tenía la marca roja de ser una ciudad sumamente violenta.
De Tijuana a Ensenada hay una distancia de 100 kilómetros, y las diferencias físicas, geográficas, económicas y laborales son del cielo a la tierra. Los valores productivos (entiéndase bienes básicos de consumo) son en distancia abismalmente diferentes, sobre todo tomando en consideración que la economía de Tijuana desde hace muchos años está casi totalmente dolarizada.
Sin que deje de ser parte de México, Baja California es uno de los estados cuyas características hacen que las economías locales se muevan a diferentes velocidades.
Y si la física no se equivoca y energía sigue siendo igual a masa por aceleración, como dijo Alberto Einstein, las fórmulas económicas de una ciudad a otra son abismales, así como también lo son los problemas de seguridad.
Sólo existe una diferencia: en el caso de Ensenada la inseguridad ya la alcanzó igual que al resto del país que no se salva de la rapiña.
Esto, desde luego, abre la puerta a varias cosas: entre ellas quitar la leyenda negra que pesa sobre Tijuana como una ciudad violenta, para sustituirla por la de una ciudad donde la gente trabaja todos los días por un mañana mejor.
Desde Ensenada, donde se toma un vino maravilloso, se come un ceviche espectacular, o se comen los mejores mariscos, hasta Tijuana, donde lo mismo es delicioso un restaurante alto de la Zona Río que los tacos en Playas o la zona centro de la ciudad, de una ciudad donde la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) produce en sus facultades productos de investigación todos los días, ese es el ingrediente básico de una ciudad en movimiento.
Hasta la otra y más pa ya.

alfonso.torres@inpocipe.edu.mx 

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