BENCHMARK

Chiste. Amenaza. Obvio

Por: Jorge A. Meléndez Ruiz
martes, 2 de abril de 2024 · 00:00

“Para el 2014, una mantra se había viralizado en YouTube. Una encantación corporativa para explicar su lugar en el ciclo de grandes negocios: Chiste. Amenaza. Obvio.
Primero eres un chiste y nadie cree en ti. Luego eres una amenaza y asustas a todos. Y luego eres algo obvio y todos suponen que cualquier cosa que hagas va a funcionar.
YouTube reconoció la fase de chiste: perros en patinetas, las burlas del equipo del joint venture de Google. La fase de amenaza vino en etapas: sin duda Viacom, luego Hulu... los intentos de los medios viejos de destruir la fiesta del internet e ignorarla.
Pero cuando el barco de YouTube empezó a moverse, se hizo evidente lo obvio: el medio dictado por las masas y con costos de producción ínfimos, era el futuro del entretenimiento".
Apenas unos párrafos del interesante libro "Like, comment, subscribe", que cuenta la saga de YouTube. Una historia fascinante que se ha repetido muuuchas veces en el Valle del Silicio.
Este pasaje refleja muy bien el camino que han recorrido muchas startups que revolucionaron al mundo. Porque un tsunami tarda en llegar a la orilla. El trayecto de la ola expansiva lleva su tiempo. Chiste. Amenaza. Obvio.
Hablemos de este proceso... para bien y para mal.
Para bien es el ciclo virtuoso de las empresas que cambian al mundo. En términos generales, un camino que va más o menos así:
1. Partes de una buena idea. OJO, no de una pentontada, ¿okay Andrés Manuel? Una idea que ofrezca al consumidor una real ventaja competitiva. Una idea que se somete a cuestionamientos. Una idea es atacada y cuestionada para así refinarla poco a poco.
2. Te mueves rápido y buscas crecer aceleradamente. Necesitarás resultados tangibles y financiamiento (capital de riesgo).
3. Consolidas y ajustas en el camino. Porque a veces se requiere pivotear, que en español común y corriente no es otra cosa que modificar estrategia, táctica o hasta tu producto o servicio.
Una ventana al crecimiento que primero provoca burlas de competidores soberbios que con el tiempo pasarán a ver a esa empresita como amenaza, para luego responder intentando replicar, conquistar o hasta comprar (relee "¡Destruya su negocio!").
Pero, OJO, este camino también tiene una perspectiva negativa que no se limita a los negocios.
Te platico sobre la ventana de Overton, que dice: "Las acciones del político no las define lo que prefiere, sino lo que puede implementar sin perder una elección".
Según el académico Joseph Overton esta ventana se mueve conforme el espectro de lo políticamente aceptable cambia. Una idea que en un momento era ridícula puede terminar siendo la regla.
Pasa de chiste a obvia, en un ciclo más o menos así: de "impensable" pasa a "radical", luego a "aceptable", de repente ya es "sensible", al rato es "popular" y finalmente termina convirtiéndose en política pública.
Piénsale... ¡esta terrible ventana se abre en todo el mundo!
Abundan ejemplos: legalizar el uso de ciertas drogas, abandonar la globalización para abrazar al nacionalismo, privilegiar creencias sobre datos, etc.
La explosión informativa y la hiperconectividad incrementan el destructivo dinamismo de la ventana de Overton.
Esto lo intuyen muchos políticos que aprovechan para así promover sus agendas, dividir a la población y ganar el poder.
Como bien señala The Economist sobre la presidencia de Trump: "Adoptaba posturas extremas con la esperanza de que los votantes lo siguieran tres cuartas partes del camino. Por eso los migrantes ilegales no sólo rompen leyes, sino son posibles violadores o narcomenudistas".
La ventana de Overton se puede trasladar rápidamente a lugares poco deseados. Regresemos a Estados Unidos, el país de la libertad y el progreso. ¿Hubieras imaginado que su presidente (minúsculas) intentara realizar un golpe de estado de facto? ¿Y que hoy siga insistiendo que le robaron una elección que a todas luces fue legal? ¿Y que puede repetir?
Chiste. Amenaza. Obvio.
Un camino para revolucionar al mundo... o para destruirlo.
Todo depende de qué ventana se abra.

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