DESDE EL VIGÍA
Políticas diferentes
Por: El VigíaEn 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, Estados Unidos y Canadá, acuerdo que reestructuró durante el mandato de Donald Trump (2017-2021), cuando cambio de nombre a T-MEC, y que se volverá a revisar en 2026.
Sin embargo, a 30 años de distancia nuestro país se ha convertido en el principal socio comercial de la Unión Americana, pero el rubro de los aranceles, la relación con China, el equiparar salarios y reducir la migración, ponen en riesgo los logros alcanzados, a los que ahora se suman el tema de la generación de energía.
La situación es que mientras en México el sistema eléctrico sufre de apagones y se ha bloqueado la inversión privada en el sector, en Estados Unidos se acaba de aprobar nuevas reglas para facilitar la realización de proyectos regionales de transmisión.
La Comisión Federal Reguladora de Energía de Estados Unidos (FERC, por sus siglas en inglés), que supervisa los mercados mayoristas de electricidad, aprobó las nuevas reglas que requerirá que las empresas que producen y transmiten electricidad sopesen factores como la oferta y la demanda durante al menos dos décadas.
“(La planificación a largo plazo) es la acción individual más importante del gobierno federal para avanzar en la transmisión”, aseguró Rob Gramlich, presidente de la consultora de energía Grid Strategies.
La regla está diseñada para impulsar proyectos que beneficien a los contribuyentes, lo que resultará en una mayor capacidad de transmisión que pueda entregar electricidad más barata.
También aborda cómo se distribuyen los costos entre los contribuyentes en proyectos que incluyen varios estados.
Los planes a largo plazo deberán tener en cuenta el impacto del clima extremo vinculado al cambio climático junto con el costo de los proyectos.
Otra nueva norma aborda la obtención de permisos para proyectos críticos en áreas que carecen de capacidad de transmisión adecuada.
Los medios informativos de Estados Unidos destacan que las nuevas reglas surgen en un momento en que la demanda de energía en Estados Unidos está aumentando, impulsada por nuevas manufacturas, autos eléctricos y centros de datos gigantes que atienden a la inteligencia artificial.
Eso, añaden, ha provocado que las empresas de servicios públicos se esfuercen por adaptarse y algunas retrocedan en sus planes de retirar plantas de energía de combustibles fósiles o agregar nueva generación de gas natural.
Los requisitos de planificación también alentarán a las empresas de servicios públicos a adoptar más tecnologías de mejora de la red, como sensores y dispositivos de control del flujo de energía, que pueden mejorar la transmisión de electricidad a través de las líneas existentes.
“Estados Unidos enfrenta un aumento sin precedentes en la demanda de electricidad asequible mientras enfrenta amenazas climáticas extremas a la confiabilidad de nuestra red y trata de ir un paso por delante de los cambios tecnológicos masivos que estamos viendo en nuestra sociedad”, señaló Willie Phillips, presidente de la FERC.
Pero en México se continúa apostando a generar electricidad mediante combustibles fósiles y sólo a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a pesar de los apagones que se han registrado en al menos 17 entidades del interior de la república.
Así que dentro de dos años la cuestión energética será un factor que incidirá en el rumbo de las negociaciones para actualizar el T-MEC, pero la diferencia entre ambas políticas gubernamentales nos pone en desventaja.
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