AJEDREZ PÚBLICO
La mesa de la esquina
Por: Alfonso Torres Chávez*El pan, las galletas de sabores, los panques de navidad, las galletas glaseadas, las bolitas de nuez o bolitas rusas que llevan una fuerte dosis de nuez y de azúcar glass, postres que además engordan terriblemente, aunque nos pongamos como propósito de año nuevo acudir al gimnasio o hacer estiramientos musculares para bajar los kilos del pavo, el pastel de navidad, los romeritos y los tamales del 2 de febrero.
Por eso, el maratón Guadalupe-Reyes es uno de los más pintorescos del calendario juliano. Por eso también quizá los judíos lo llaman hanuka, los cristianos navidad y en otras partes del mundo occidental otras fiestas decembrinas.
Hace unos días el dólar se movió desde que se supo del triunfo de Claudia Sheinbaum Pardo, quien tuvo una votación de 36 millones. Comer pescado y sopa de tomate es un menú sabroso, pero no es aún tiempo de campanas. Urge la reforma judicial y el dólar se volvió a mover. Las preocupaciones de los inversionistas no entienden de reformas judiciales. Ignacio Mier que no hace más que decir tarugadas, y tal cual lo ha hecho durante todo el sexenio lanzó flamas. Tal parece que Mier se fue a comer unas galletas al barrio más populoso. La reforma judicial pone a temblar el dólar y el pronóstico nos dirá que seguramente ya no se moverá.
Si se mantiene así de aquí a la toma de posesión ya evitamos un buen porrazo económico para lo que resta antes del cambio de poderes.
No se pronostica que la política económica del nuevo gobierno se modifique: Claudia Sheinbaum va a continuar con la política económica de López Obrador, lo que significa seguir repartiendo el dinero público, e intentar al menos teóricamente sostener una política económica que lo único que ha hecho es favorecer a los más necesitados en una suerte de mesianismo franciscano, que desde luego nada tiene que ver con las enseñanzas de San Francisco de Asís.
En México es hasta cierto punto normal tener temores económicos, por eso este no es un buen momento para adquirir créditos en el banco, ni para comprar casas, ni tampoco para hacer operaciones notariales de compraventa, aunque desde luego la vida no pude detenerse por un cambio de mandato.
Desde luego, los entes económicos están temblando y más porque en México -y esto no es nuevo- nuestros políticos envían siempre un meta-mensaje que, como diría el maestro Cantinflas: Estamos peor, pero estamos mejor, porque antes estábamos bien, pero era mentira. No como ahora, que estamos mal, pero es verdad. Este clásico cantinflesco, es la más pura realidad del país: No podemos estar más mal de cómo estábamos antes porque antes estábamos mal, pero no lo sabíamos.
Hoy los mexicanos lo único que no hemos perdido es la esperanza, la esperanza de que se acaben las Evas Cadena o los Píos incomodos que hacen y deshacen a costa del país.
Al vuelo.
*Doctor en Derecho por el Inpocipe
alfonso.torres@inpocipe.edu.mx
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