El discurso de Claudia

Durante la recepción de la constancia que la acredita como presidenta electa, Claudia Sheinbaum se refirió a los adversarios que se molestan porque desean un deslinde de López Obrador y muy claro les dijo que eso “no lo va a hacer nunca”.
La presidenta electa no ha entendido que lo que la población -los opositores del gobierno actual-  desean es que no siga el mismo camino que López Obrador.  
Que continúe teniéndolo entre la lista de sus quereres y amistades -si es su deseo-  ya que eso es una cuestión personal y decisión propia, por supuesto.
Lo que no deseamos es ver a la primer mujer presidenta como una subordinada de su antecesor. Queremos ver a una gobernante con carácter y decisiones propias… mensaje que por cierto no ha enviado al ciudadano.
En su discurso, al recibir el certificado, Sheinbaum dijo que ahora es “tiempo de mujeres”.  Y millones de mexicanas esperamos que esto signifique que habrá un buen gobierno porque las características de una mujer son la honradez, el compromiso, congruencia, templanza y carácter.  
Pero desafortunadamente no hay buenos antecedentes, porque hoy hay en el gobierno muchas mujeres en puestos de primer nivel y ello no ha significado un cambio positivo -y algunas han llegado incluso para vergüenza de su género.    
Ojalá -lo deseamos fervientemente- que el caso de Claudia Sheinbaum no sea uno de esos. Tiene la oportunidad de su vida para ejercer el poder con altura y superar el desempeño de 65 hombres que han ostentado el honroso cargo de Presidente de México, en los 200 años que tenemos como República.
Ella dijo que se compromete a luchar para seguir construyendo igualdad y libertad para todas las mujeres mexicanas, en especial para las más vulnerables.
Esperamos  -de pie- que así lo haga porque su antecesor ignoró, les restó derechos, insultó e incluso encarceló a mujeres durante el sexenio –entre ellas a Rosario Robles quien demostró su inocencia.
Ojalá que no sea eso lo que admira y pretende continuar Claudia porque todos, todos los mexicanos deseamos que haya una mejor atención a las necesidades y protección de las garantías y derechos de las mujeres y de los  más desprotegidos…lo que este gobierno no dio. 
Se comprometió ella a actuar con honestidad y responsabilidad respetando la independencia de poderes.  Y también dijo que que gobernará ¨para todos¨. ¿Confiamos en sus palabras?  
Los discursos de los gobernantes son, desafortunadamente, solo eso: palabras que suele llevarse el viento. 
Pero como ciudadanos de bien deberemos, de inicio, tener confianza y esperanza  -incluso más allá de darle únicamente el  consabido beneficio de la duda- sobre todo hoy que, por vez primera, gobernará a nuestro país una mujer.
Esperemos que esta mujer, Claudia Sheinbaum haga una diferencia en la forma de gobernar, para lo cual tiene una enorme oportunidad y el deber de hacerlo.