Los agentes de tránsito

Muy lamentable es que en Ensenada -al igual que en otros municipios del país-, se continúe con el atropello al ciudadano de parte de quienes deberían velar por él, precisamente.
A todo lo ancho y largo del país se escuchan quejas del proceder de las autoridades de tránsito quienes, sin ninguna consideración ni sentido común -y yendo mucho más allá de su obligación y del "celoso" cumplimiento de la ley-, detienen y castigan -con el pago de multas- a quien menos tiene: al jornalero, albañil, empleado de tercer nivel que a duras penas pudo adquirir un vehículo y se ven en la desesperada situación de perderlo o de conseguir recursos para el pago de multa, corralón o extorsión.
Hemos seguido de cerca un par de casos muy lamentables en el pasado, pero el último tuvo lugar el día de ayer cuando un jardinero celebraba la compra de su carro -por demás modesto- y al conducir hacia su casa fue detenido por oficiales de tránsito porque las placas estaban vencidas. El conductor, sin mayores conocimientos -o si se quiere por un error-, comentó que no se percató de ello al adquirir el vehículo -apenas ese mismo día- y trató de lograr la benevolencia del oficial -que le requería el pago de cuatro mil pesos so pena que, de no realizarlo, el vehículo sería detenido.
Pero no hubo argumento que fuera escuchado. O pagaba o le ¨jalaban¨ su carro. Como pudo, el jardinero localizó a su patrón para que le prestara la cantidad requerida y evitar que su auto, su patrimonio recién adquirido, fuera a dar al corralón -con los consiguientes recargos y pérdidas de tiempo que ello conllevaría, o bien, con el muy probable riesgo de perderlo al dejarlo ahí por la imposibilidad de pagar multas y demás "accesorios" como sucede con decenas de carros ahí abandonados por sus propietarios.
La frustración y desesperación del jardinero fue enorme, pero salió momentáneamente de lo que era para él un grave problema. Ahora, tendrá que trabajar horas extras -en su ya pesada carga de trabajo- para poder ir realizando los pagos al patrón.
Seguramente el lector ha sido víctima, testigo, o conoce casos similares, y lo que aquí queremos resaltar es la falta de conciencia de los agentes de tránsito para con personas que -como la que citamos- a simple vista puede notarse su falta de recursos y de conocimientos.
La ley debe cumplirse sí, pero la justicia, la empatía y la sensibilidad debe prevalecer ante actos como el que aquí mencionamos que no causan daño a terceros. Quizá, como ocurre en los EU y en otros países, paradójicamente más ricos, darle un aviso de advertencia al conductor para que pase a regularizarse.
Y ¡qué curioso! tantos autos "chocolates" transitando como si nada y con mayor "tolerancia".
Desafortunadamente, a diario se lastima a quienes menos tienen. No es verdad que nuestro gobierno ponga por encima a la población más vulnerable porque si así fuera, habría capacitación para estos elementos. Capacitación humana es lo que falta para ayudar a los más pobres y faltos de preparación como sucede también en otros países en que se atiende a quien por desconocimiento viola una ley o reglamento menor -como en el caso que nos ocupa.
En la línea fronteriza, por ejemplo, los policías deberían estar atentos al auxilio y orientación de quien comete una infracción menor, por ejemplo, por la falta de indicaciones adecuadas. Pero fuera de ahí y tal vez porque tienen órdenes precisas, en lugar de hacerlo extorsionan y perjudican gravemente al ciudadano y al turista.
Ojalá que la nueva alcaldesa de Ensenada entienda esta situación y se distinga porque se brinden todas las facilidades posibles al conductor y quede en el pasado el temor de encontrarnos en nuestro camino a un agente de tránsito.
Este bello puerto puede hacer la diferencia con la actitud solidaria de los elementos policiacos en general. No debe de ser tan complicado ¿o sí? A ver.

*Activista y periodista con más de 40 años de actividad profesional. Fundadora y directora de la revista Mujer y Poder.
Comentarios: 6621441440
www.mujerypoder.com.mx