DESDE EL VIGÍA

Migración y seguridad

Por: El Vigía
lunes, 27 de enero de 2025 · 01:09

Mientras Baja California se alista para recibir a los mexicanos que sean deportados, la decisión de la presidenta Claudia Sheinbaum de no oponerse a la reimplementación del programa “Quédate en México” para recibir migrantes de terceros países devueltos por Estados Unidos (EU), entre otras señales de su gobierno, ha logrado apaciguar la ira de Donald Trump en su regreso al poder.

“Trump va a hacer mucho ruido sobre la migración. Creo que va a hacer mucho ruido sobre el asunto de las deportaciones, y va a hacer algunas deportaciones muy visibles, y luego creo que va a declarar la victoria”, sostiene la profesora Pamela Starr, especialista en la relación bilateral en la Universidad del Sur de California.

Para Starr, la decisión de no oponerse a Quédate en México no ha sido la única señal de que Sheinbaum ha logrado apaciguar a Trump, sino también su apertura a cerrar espacio a China en México -incluyendo atacar la triangulación de producción- así como grandes decomisos de drogas irregulares y laboratorios.

Sin embargo, la baraja que más juego le da para lidiar con Trump es el control de flujos migratorios. 

“La gran pregunta para México es ¿qué va a hacer con los no mexicanos?”, dice Starr sobre la interrogante. 

A la mitad de la semana, Sheinbaum aseguró que México estaba dispuesto a recibir a los migrantes de terceros países devueltos por EU tal como ocurrió cuando Trump implementó Quédate en México entre 2018 y 2019 durante su primer mandato cuando se recibieron a 77 mil migrantes en territorio mexicano.

“México aceptará absolutamente a todos los mexicanos. También aceptará a los no mexicanos que lleguen a México desde el sur. Pero aceptar las deportaciones de los Estados Unidos va a ser extraordinariamente difícil para México en términos económicos y también en términos de soberanía nacional”, señala Starr. 

Durante la primera edición de Quédate en México, también conocido como los Protocolos de Protección Migratoria, EU y México acordaron que las nacionalidades que serían aceptadas en México serían migrantes de países cuya primera lengua es el español y posteriormente se agregaron los brasileños.

Actualmente, México está recibiendo en su territorio nacionales deportados de Venezuela, Nicaragua y Cuba como resultado del regreso a la política del Título 8; durante la pandemia del Covid-19, México aceptó decenas de miles de migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala bajo el llamado Título 42.

“Migración es un tema más fácil de gestionar para México para satisfacer a Trump. México ya ha desempeñado un papel en la reducción drástica del número de migrantes que llegan a la frontera sur de EU desde diciembre de 2023 y ahora México puede apuntar que ha sido muy útil”, asegura Starr. 

Sobre la orden de Trump instruyendo a su secretario de Estado Marco Rubio para recomendar en 14 los cárteles mexicanos que pueden ser declarados organizaciones terroristas extranjeras, la especialista en asuntos mexicanos considera que esta es solo una señal para estimular la cooperación en seguridad.

“La designación tenía como objetivo enviar una señal de que EU va a ser más agresivo. ¿Qué tan agresivo será? Dependerá de la voluntad de Sheinbaum de cooperar con EU. Si su cooperación y los resultados son satisfactorios, EU deja que México tome la iniciativa (en combate a los cárteles del narco). Si no lo es, y Trump se frustra, el resultado podría ser algo más costoso”, agrega Starr.
 

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