PROYECTOVINO

“Ciclos”

Por: Araceli Velázquez Córdoba
jueves, 13 de marzo de 2025 · 00:00

Todo en esta vida tiene un principio y un fin. A mí en particular no me gustan en absoluto los cambios, parezco muy movida y entrona para todo y sí, pero para los cambios de todo tipo me considero la peor. Soy la típica que vive feliz en su zona de confort que es tan mal vista, eso sí, como mi principal preocupación para todo es mi propia comodidad, mi zona de confort es realmente fantástica. Todo el mundo cuando termina algo te dicen que lo que viene será mejor, cuando cortas con un novio, cuando te corren o dejas un trabajo, cuando te divorcias, cuando tus hijos se van de tu casa, cuando te hacen un mal corte de cabello y bueno hasta cuando terminan los malos días, siempre hay alguien positivo que tratará de levantarte el ánimo diciéndote que todo pasa por algo que será mejor.

Hay muchas cosas que causan una emoción enorme con todo y que son cambios, los comienzos. La novedad, la misma emoción y el saber que empezarás algo, siempre es realmente agradable.  Empezando con los nacimientos de los bebes. Recuerdo cuando mi hermano me dijo que iba a ser tía, me invitó a comer y en plena comida me la soltó. Lloré como Magdalena de la felicidad porque eso justo sentí, una felicidad inmensa. Me volví loca y preparé un baby shower (yo que los odio tanto) y ahora 9 años después sigo disfrutando a mi sobrina Rafaella cada día. La veo crecer y en este caso (maravilloso) es mi "mini me", entonces la disfruto aún más. También están los comienzos de algún proyecto, donde es inexplicable el entusiasmo que provoca a ciertas personas un inicio de este tipo; el primer día del trabajo que siempre deseaste; cuando por fin empezaste la relación con la persona de tus sueños; cuando decides adoptar a un perrito o te lo regalan; cuando por fin estás en las vacaciones en el lugar que siempre anhelaste, en fin, los comienzos siempre son muy importantes y dejan una huella en nuestra vida. Todos recordamos nuestras primeras veces un poco más que la segundas, pero esto no debería de ser, porque todas las veces son primeras veces.

Por ejemplo, justo en estos días fríos y de lluvia en Ensenada ha marcado el comienzo de una época que a todos los que somos parte del vino nos emociona. La brotación. Porque los primeros brotes de nuestras amadas vides han aparecido, y esto no sólo marca el inicio de algo, sino el comienzo del ciclo completo de nuestra próxima cosecha. A muchos se nos olvida o desconocen cómo funciona el proceso del vino, pero cada año, después del reposo, de la poda, empieza el ciclo más bello en la naturaleza, el nacimiento. Hace apenas un mes, estando en un viñedo en San Miguel de Allende, alguien que me acompañaba mencionó lo seco que estaban las vides y ya sabrán yo: "Bueno pues es que es un ciclo; estas vides dentro de muy poquitos días no solo estarán verdes, sino que estarán listísimas para darnos a conocer los vinos que tendremos en la cosecha 2025".
Como les dije, los comienzos son siempre felices, así es que empecemos a disfrutar de estos primeros brotes en nuestras vides. Porque seguro que muy pronto podremos estar disfrutando los frutos de estas primeras brotaciones.
Este comienzo en particular, el de las vides cada año, siempre termina con un gran final feliz, porque siempre terminan en nuestra boca, en una gran copa de vino.

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