Recordar es volver a vivir

La solución somos todos, fue el lema de campaña de José López Portillo. En el sexenio de Echeverría -que fue uno de los que más gastó en cultura-, el país cayó en una devaluación abismal, otra vez.

Al encontrar petróleo en Cantarell, Campeche, la economía se petrolizaba. En 1973 estalló la guerra de Yom Kipur. Entre las aguas de Jamaica del sexenio echeverrista y la administración de la abundancia López Portillo vio crecer el bono petrolero del país. Parecía que la nación se encaminaba a su éxito económico mientras se elevaba el gasto público; el Estado se hizo de estudios de cine, canales de televisión, periódicos, y hasta un casino, que era el único casino en el mundo que perdía dinero. A finales de 1981 la paridad del dólar se elevó hasta 70 por uno. Con lágrimas en los ojos, el presidente pidió perdón en su último informe del sexenio. El gasto público lopezportillista fue la locura total y llevó al país al abismo. Además, el gobierno de Lopez Portillo ofreció petróleo a precios abismales, y se dio el lujo de afirmar que si en ese momento el mundo no nos compraba petróleo, México no les vendería un solo barril.

Soy responsable del timón, pero no de la tormenta, dijo el presidente Lopez Portillo. Y mientras en Oriente Medio los precios del petróleo se elevaban, el presidente ordenó a su secretario de Hacienda a subir el precio del petróleo, el secretario se negó, y el presidente simplemente lo sustituyó por otro que se ajustara a sus deseos.

El primer golpe de timón en el sexenio de De la Madrid, fue contra Jorge Díaz Serrano, ex director general de PEMEX, quien fue acusado por un fraude superior a los cinco mil cien millones de pesos, durante una compraventa de barcos petroleros.

Detuvo en Puerto Rico a Arturo Durazo Moreno (a) “El negro Durazo”, quien estuvo un año en prisión y otros tantos por otros delitos. Acusado de tráfico de armas, extorsión y demás ilícitos.

Asimismo, Salvador Barragán Camacho, hombre de confianza de Joaquín Hernandez Galicia, “La Quina”, acusó a un sujeto apodado “El trampas” (encargado del cobro de cheques de PEMEX) por un fraude de novecientos ochenta y cinco millones de pesos. Ante la renovación moral -fundamento de campaña de Miguel de la Madrid Hurtado- se intentó terminar con la corrupción. En 1985 un sismo de 8.1 grados Richter sacudió la Ciudad de México. Una respuesta tibia del presidente De la Madrid, puso a la población en alerta, fueron ellos quienes salvaron miles de vidas, mientras el gobierno negaba la necesidad de ayuda internacional.

En Chihuahua gano una alcaldía Luis H. Alvarez y en otro municipio otro panista joven, Francisco Barrio.

Durante el gobierno de De la Madrid, se creó el Grupo Contadora, un grupo de buscaba la paz contra la guerrilla en Centroamérica.

Se celebró también el campeonato mundial de futbol de 1986.

Así, a finales del sexenio, se definió el ungido: Es el dedo que señala, mientras Cuauhtémoc Cárdenas -hijo de Tata Lázaro- renuncia a su militancia priista y el dedo se inclina por Carlos Salinas de Gortari.

Así, se considera que el sexenio de Miguel De la Madrid es el de las oportunidades perdidas, y los priistas expulsados de los que el presidente comentó: “es mejor que se vayan”, crearon una nueva opción política: el Partido de la Revolución Democrática.

En 1988 mientras se postulaba por coalición a Cárdenas, quien fue apoyado por Heberto Castillo, el ganador de la elección fue Carlos Salinas de Gortari, y ante el fraude evidente el candidato se impuso.

Por primera vez, la oposición era evidente y las campañas en una fiesta democrática. Fue el principio de la fractura priista.

alfonsotorr@gmail.com